Fuerzas de seguridad iraníes disparan a manifestantes en Zahedán (oenegé)
Las fuerzas de seguridad iraníes abrieron fuego contra manifestantes en Zahedán (suroeste) el viernes, dijo un grupo de derechos humanos radicado en Estados Unidos, un mes después de que decenas de personas muriesen por la represión de manifestaciones en la misma ciudad.
"Las fuerzas policiales especiales arremetieron contra los manifestantes y dispararon a la multitud" en Zahedán, dijo la oenegé Human Rights Activists News Agency (HRANA) en Twitter.
El tuit iba acompañado de un vídeo en el que se oían disparos y cánticos de "Allahu akbar" (Dios es el más grande). La AFP no pudo verificar inmediatamente la grabación.
También se escuchaba una ráfaga de disparos en otro vídeo publicado por la oenegé con sede en Oslo Iran Human Rights (IHR), que dijo que los tiros iban dirigidos a personas que intentaban ponerse a cubierto.
Según los activistas, decenas de personas salieron de la oración del viernes y tomaron las calles de Zahedán, capital de la provincia de Sistán Baluchistán.
La agencia de noticias iraní IRNA culpó de los disturbios a "alborotadores", y añadió que quemaron neumáticos y que algunos "apedrearon coches".
IRNA dijo que Zahedán era generalmente "tranquila" y que la policía estaba patrullando la ciudad, especialmente cerca de la mezquita Makki.
Estas protestas se producen cuatro semanas después del "viernes sangriento", el 30 de septiembre, desencadenado por la presunta violación de una adolescente por un jefe de policía en la región.
Las fuerzas de seguridad mataron a al menos 93 personas durante esos disturbios, dijo IHR. Al menos ocho agentes de seguridad murieron, calculó la AFP según los informes oficiales.
La violencia estalló en Zahedán dos semanas después de que empezaran unas manifestaciones, a nivel nacional, por la muerte de Mahsa Amini, el 16 de septiembre, durante su arresto. Esa joven kurda había sido detenida por la policía de la moral en Teherán por no cumplir el estricto código de vestimenta del país.
Las autoridades iraníes despidieron a dos oficiales de alto rango de la policía de Zahedán al cabo de una investigación sobre los disturbios del 30 de septiembre, afirmaron los medios estatales el viernes.
El consejo de seguridad de la provincia afirmó que la investigación, realizada a petición del presidente iraní Ebrahim Raisi, concluyó que los oficiales actuaron negligentemente y que civiles "inocentes" murieron.
Zahedán es una de las pocas ciudades de mayoría sunita en el país, predominantemente chiita.
Esta región empobrecida es un foco de conflictos con bandas de narcotraficantes y con rebeldes rebeldes de la minoría baluchi y grupos extremistas musulmanes sunitas.
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