Infosalus.- La anatomía de la región cerebral encargada de la percepción corporal, consciencia y memoria se define antes de nacer
Infosalus.- La anatomía de la región cerebral encargada de la percepción corporal, consciencia y memoria se define antes de nacer

MADRID, 23 Dic. 2025 (Europa Press) -
El precúneo, una región del cerebro encargada de la consciencia de uno mismo, la percepción corporal, la memoria autobiográfica y la construcción de la identidad, adopta su forma definitiva muy pronto, y su variabilidad individual ya se aprecia desde el nacimiento, por lo que estaría asociada a factores genéticos y del desarrollo prenatal, según ha encontrado un estudio liderado por el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) Emiliano Bruner.
"Situado entre los dos hemisferios cerebrales, el precúneo es una región clave para procesos complejos como la imaginación, la consciencia y la construcción del yo. La parte superior integra información somática y visual para situar el cuerpo en un marco espacial, mientras que la inferior conecta esta información con la memoria episódica [de experiencias personales]", ha explicado Emiliano Bruner, primer autor del estudio.
El trabajo, publicado en 'Cerebral Cortex', ha analizado por primera vez el desarrollo de esta región del cerebro desde el nacimiento hasta la edad adulta. Según apunta la investigación, las regiones inferior y superior de esta pieza central de la red cerebral crecen de manera independiente, tienen funciones y cableado diferentes, por lo que no deberían estudiarse en conjunto, como se suele hacer en la actualidad.
Este estudio subraya que la organización del precúneo no es homogénea, sino que responde, por un lado, a un eje longitudinal, que combina información somática y visual; y por otro lado, a un eje vertical, que integra esa información con la memoria y la consciencia. Esta complejidad anatómica explica por qué se considera un nodo central en la red cerebral y por qué su variabilidad entre individuos puede tener implicaciones en procesos tan sofisticados como la imaginación o la construcción del yo. "Es un nodo central de toda la red cerebral, tanto a nivel de conexiones como de habilidades cognitivas, de ahí que sea tan relevante conocer su morfología y funcionamiento", ha resaltado Bruner.
Para este trabajo, los investigadores sometieron a pruebas de resonancia magnética y análisis morfométricos a 220 personas, desde recién nacidos hasta adultos jóvenes, con el fin de seguir la evolución del precúneo. Así, observaron que la definición de este área se producía antes que otras, que maduran durante la infancia y la adolescencia.
Los cambios más importantes en el tamaño del precúneo solo se detectan entre el nacimiento y los dos o tres años de edad y después esta estructura cerebral apenas varía. A su vez, la enorme variabilidad individual en la forma del precúneo, que ya se aprecia desde el nacimiento, no parece deberse al aprendizaje o a la experiencia, sino, en gran parte, a factores genéticos y del desarrollo prenatal.
En otras palabras, cada persona nace con un precúneo que ya se asemeja a las proporciones adultas, lo cual podría influir en aspectos tan esenciales como la conciencia corporal o la memoria autobiográfica, aunque todavía no se sabe cómo se traduce en diferencias cognitivas.
"Lo llamativo es que esas diferencias no se producen según crecemos, sino que vienen dadas por factores genéticos y procesos intrauterinos. Podríamos decir que venimos al mundo con un precúneo prácticamente completo, es decir, las cartas anatómicas están echadas antes de nacer, aunque eso no excluye que luego sus funciones se puedan desarrollar o entrenar", ha insistido Bruner.
DIFERENCIAS EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Otro estudio, cuyo primer autor es también Emiliano Bruner, publicado recientemente en 'Journal of Anatomy', se ha centrado en comprobar las diferencias en el precúneo durante el envejecimiento normal y cuando concurre la enfermedad de Alzheimer.
Se compararon 39 cerebros de personas con esta enfermedad neurodegenerativa, confirmados 'post mortem', procedentes del Banco de Tejidos BT-CIEN, con un grupo de control formado por 42 cerebros de personas mayores sin deterioro cognitivo del Proyecto Vallecas, a las que se había hecho un seguimiento durante una década.
El trabajo recoge que en el envejecimiento normal la zona superior del precúneo tiende a mostrar surcos más abiertos por la pérdida de tejido, mientras que la zona inferior reduce progresivamente su tamaño. Sin embargo, en personas con alzhéimer esta reducción es más pronunciada y esta región es progresivamente invadida por los tejidos cerebrales contiguos.
Aunque se sabía que el precúneo es una de las áreas más vulnerables en las fases tempranas del alzhéimer, este trabajo describe por primera vez con detalle cómo varía su forma y organización anatómica en comparación con el envejecimiento normal, lo que ayuda a entender por qué la expansión evolutiva de esta región del cerebro en nuestra especie es especialmente sensible a la neurodegeneración.
Emiliano Bruner ha dedicado más de 25 años a estudiar la evolución de los lóbulos parietales humanos y este artículo es el noveno que dedica al análisis anatómico del precúneo, un elemento cortical fundamental para comprender cómo surgieron las capacidades cognitivas únicas en la especie humana.
Las evidencias paleoneurológicas, mediante reconstrucción del cerebro de especies extintas a partir de la cavidad interna del cráneo, sugieren que esta región del cerebro ha sufrido una expansión en la especie humana, 'Homo sapiens', aunque las diferencias entre los humanos y los otros primates siguen siendo poco conocidas.



