Investigadores publican nuevo video del posible tirador de Brown mientras sigue la búsqueda

PROVIDENCE, Rhode Island, EE.UU, (AP) — Las autoridades pidieron a la población que facilite cualquier grabación que puedan tener del pistolero que mató a dos estudiantes e hirió a otros nueve en la Universidad de Brown, al tiempo que publicaron un nuevo video cronológico y una imagen ligeramente más nítida de un posible sospechoso.
Los investigadores no ofrecieron el martes ningún indicio de que estuvieran más cerca de identificarlo. En todos los videos hechos públicos, el sospechoso tenía el rostro cubierto o estaba vuelto hacia otro lado, y solo se ha podido ofrecer una vaga descripción como una persona robusta y de aproximadamente 1,73 metros (5 pies, 8 pulgadas) de altura.
La policía ha estado peinando Providence en busca de pistas que puedan ayudar a descubrir quién estuvo detrás del tiroteo del sábado en el campus.
Las imágenes de las cámaras de seguridad publicadas por el FBI en internet, que más tarde fueron retiradas, mostraban a una persona vestida de oscuro caminando por varias aceras durante aproximadamente una hora, desde poco después de las 2 de la tarde del sábado. Todas las calles estaban a pocas cuadras del edificio de ingeniería de la universidad donde ocurrió el ataque.
Algunos fragmentos muestran a la persona pasando por delante de algunas propiedades varias veces. En uno, la persona se da la vuelta de forma abrupta y corre en dirección contraria alguien se acerca.
Dos clips tomados minutos después del tiroteo muestran a la persona alejándose de un estacionamiento y luego caminando por una calle.
Colaboración ciudadana
La policía ha recibido alrededor de 200 pistas, y el coronel Oscar Pérez, jefe de la policía de Providence, pidió el martes a la población que revise sus sistemas de cámaras en la zona para ver si tienen grabaciones que puedan ayudar a las autoridades a identificar al presunto pistolero.
“Estamos buscando un instante más breve que el tiempo que tarda alguien en respirar”, dijo Pérez.
La falta de cámaras y de imágenes claras del tirador continúa frustrando tanto a las autoridades como a la comunidad. Aunque la presidenta de Brown, Christina Paxson, confirmó el martes que el campus tiene 1.200 cámaras de seguridad, las fuerzas del orden sostienen que no hay una grabación clara del pistolero dentro del edificio de ingeniería.
El fiscal general de Rhode Island, Peter Neronha, defendió la investigación diciendo que va “realmente bien”, al tiempo que pidió paciencia a la población para dar con el sospechoso.
Todavía quedan grandes interrogantes por resolver, especialmente sobre los motivos del agresor. Preguntado por posibles vínculos con orígenes étnicos, o causas políticas o culturales, Neronha apuntó que “Ese es un camino peligroso”.
En busca de consuelo
Chris Kremer, un exalumno de Brown, participó el martes junto a unas 200 personas más en un servicio religioso solemne celebrado en el campus en memoria de las víctimas. Vive a una cuadra del lugar de los hechos y suele ir al edificio donde ocurrió el tiroteo. Muchos en la comunidad piensan en lo fácil que podría haber sido estar entre las víctimas, apuntó.
Para Kremer, era mejor asistir a la misa que sentarse solo, triste y deprimido, revisando el celular.
“Siempre es agradable estar en un gran espacio cuando tienes pensamientos profundos", señaló. “Supongo que, durante miles de años, la gente ha encontrado que eso es algo así como un bálsamo, así que espero que esta noche me sirva a mi un poco".
Seguridad en el campus
El ataque y la fuga del agresor han planteado dudas sobre la seguridad en el campus, incluyendo la falta de cámaras, y derivaron en pedidos para mejorar las cerraduras en las instalaciones.
Paxson aseveró que la universidad tiene dos sistemas de seguridad. Uno, que se activa en caso de emergencia, envió mensajes de texto, llamadas telefónicas y correos electrónicos que llegaron a 20.000 personas. El otro cuenta con tres sirenas en todo el campus y no se activó el sábado, una decisión que Paxson defendió porque hacerlo habría llevado a la gente a correr hacia los edificios, incluido en el que tenía lugar el tiroteo.
“Por lo tanto, ese no es un sistema que usaríamos en caso de un tirador activo”, dijo.
De acuerdo con la web de Brown, las sirenas pueden usarse cuando hay un tirador activo, pero Paxson apuntó que “depende de las circunstancias” y de la ubicación del agresor.
Ciudad en tensión
Providence seguía en tensión el martes mientras se enviaban policías adicionales a las escuelas de la ciudad para tranquilizar a los padres preocupados por la seguridad de sus hijos. Se asignaron diez patrulleros estatales para reforzar la presencia policía en escuelas, afirmó el comisario del distrito, Javier Montañez.
Las escuelas públicas de Providence cancelaron las actividades extracurriculares y las excursiones durante la semana como medida de precaución.
La población expresó miedo y rebeldía mientras la investigación continuaba el martes.
“Por supuesto que da miedo. Pero al mismo tiempo, creo que si la persona quería realmente asustarnos, no deberíamos permitir que él o ella gane”, manifestó Tatjana Stojanovic, una madre que vive al lado del campus de Brown.
Otros sostienen que la énfasis en las medidas de seguridad no contribuye a resolver el problema real.
“El problema no son las puertas, son las armas”, dijo Zoe Kass, una estudiante de último año que huyó del edificio de ingeniería cuando la policía irrumpió el sábado.
Después de pasar su vida en escuelas donde, aunque todas las puertas estaban cerradas, los tiroteos seguían produciéndose, Kass afirmó que esas medidas de seguridad solo crean “la ilusión de seguridad”.
Una imagen más completa de las víctimas
Se han dado a conocer más detalles sobre las víctimas, que estaban en un aula del primer piso del edificio de ingeniería de la escuela estudiando para un examen final.
Dos de los heridos recibieron el alta el martes, según la portavoz de Brown, Amanda McGregor. De las siete personas que permanecían hospitalizadas, el alcalde Brett Smiley dijo que una seguía en estado crítico, cinco estables dentro de la gravedad y una persona más estaba estable.
Uno de los heridos, Spencer Yang, un estudiante de primer año de 18 años de la ciudad de Nueva York, dijo a The New York Times y al Brown Daily Herald que cuando el agresor entró en la sala se produjo una estampida. Yang contó que acabó en el suelo entre algunos asientos y recibió un disparo en la pierna.
Jacob Spears, otro alumno de primer año de 18 años de Evans, Georgia, recibió un tiro en el estómago, “pero gracias a la adrenalina y al coraje, logró salir corriendo al exterior, donde recibió ayuda", según un sitio de GoFundMe organizado para él.
Ella Cook, una estudiante de segundo año de 19 años que fue una de las dos víctimas mortales, fungía como vicepresidenta de los Republicanos en la Universidad de Brown y era muy querida en su iglesia en Birmingham, Alabama.
El otro estudiante muerto era MukhammadAziz Umurzokov, un alumno de primer año de 18 años de Brandermill, Virginia, que cursaba bioquímica y neurociencia. Su familia emigró a Estados Unidos desde Uzbekistán cuando él era un niño.
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Los periodistas de The Associated Press Jennifer McDermott, Matt O'Brien y Robert F. Bukaty en Providence; Brian Slodysko en Washington, Michael Casey en Boston, Patrick Whittle en Portland, Maine; John Seewer en Toledo, Ohio; Kathy McCormack en Concord, New Hampshire; Heather Hollingsworth en Mission, Kansas, y Audrey McAvoy en Honolulu, Hawái, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.



