Israel: También Netanyahu en Mar-a-Lago, tensiones por Gaza y Somalilandia
El lunes, Bibi con Trump tras el reconocimiento. Frialdad del magnate.

Y, más en general, será la ocasión para intentar recomponer la sintonía en un momento en que se amplían las divergencias.
La última de ellas gira en torno a Somalilandia, territorio cuyo reconocimiento anunció el gobierno de Bibi, convirtiendo a Israel en el primer país miembro de la ONU en hacerlo. Si por un lado la decisión desató la previsible condena del mundo árabe, por otro encontró —si no oposición— al menos indiferencia por parte del magnate, que no está dispuesto a seguir al primer ministro en esta decisión.
“¿De verdad alguien sabe qué es Somalilandia?”, preguntó sin rodeos el presidente estadounidense, tras expresar un seco "no" a la posibilidad de reconocer el territorio que declaró su independencia de Somalia en 1991 y que en las décadas siguientes ha luchado por obtener reconocimiento internacional.
No obstante, "lo estudiaremos y evaluaremos", precisó el líder de Estados Unidos. La decisión israelí de reconocer Somalilandia ha desatado un intenso debate y una ola de polémicas.
Mientras el presidente del territorio, Abdirahman Mohamed Abdullahi, celebró lo que definió como el inicio de una "asociación histórica", muchos países condenaron el movimiento unilateral del Estado hebreo. En primer lugar la propia Somalia, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores denunció "un ataque deliberado" a su soberanía y llegó a pedir una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU convocada para el lunes.
A la protesta de las autoridades se sumó la amenaza de los milicianos de Al-Shabaab, vinculados a Al-Qaeda, que prometieron "combatir" cualquier intento israelí de "reivindicar o utilizar partes de Somalilandia" para sus propios intereses.
Junto a Mogadiscio, llegaron palabras de condena desde los Estados del Golfo, Turquía, la Autoridad Nacional Palestina y también desde la Unión Africana, claramente alarmados por lo que los analistas señalan como una estrategia clara de Israel: reforzar alianzas en la región del mar Rojo por diversas razones —entre ellas la posibilidad de una futura campaña contra los hutíes— ante el estancamiento de los esfuerzos de normalización con el mundo árabe provocado por la guerra en Gaza.
El futuro de la Franja será, sin duda, el tema central del diálogo entre Netanyahu y Trump en Florida. El magnate presiona para que se inicie la segunda fase del acuerdo de paz, con el objetivo de instalar lo antes posible un gobierno tecnocrático palestino y una Fuerza Internacional de Estabilización en el enclave, y de convocar al Board of Peace con motivo del Foro Económico Mundial de Davos en enero, al que Trump asistirá personalmente.
Steve Witkoff y Jared Kushner están trabajando con Egipto, Qatar y Turquía para sentar las bases de la segunda fase, que prevé que Hamas deponga las armas y una nueva retirada de las fuerzas israelíes. Sin embargo, Bibi ha expresado escepticismo respecto de las ideas de Witkoff y Kushner y, según informa Axios, intentará convencer a Trump de que se alinee con su postura. (ANSA).



