Japón propone un gasto presupuestario récord al tiempo que contiene la deuda

Por Leika Kihara y Makiko Yamazaki
TOKIO, 26 dic (Reuters) -
El Gobierno de Japón propuso el viernes un gasto récord para el próximo año fiscal, al tiempo que frenó la emisión de deuda, lo que pone de relieve el reto de la primera ministra, Sanae Takaichi, de impulsar la economía mientras la inflación se mantiene por encima del objetivo del banco central.
Su gabinete aprobó un proyecto de presupuesto de 783.000 millones de dólares que aborda los temores del mercado limitando la emisión de bonos y reduciendo la proporción del presupuesto financiado con deuda nueva al nivel más bajo en casi tres décadas.
La inflación subyacente de Tokio ha complicado aún más la tarea de Takaichi al mantenerse este mes por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón, que el yen sigue débil, lo que refuerza los argumentos del banco central para seguir subiendo los tipos de interés.
El presupuesto récord de 122,3 billones de yenes para el año que comienza en abril, parte fundamental de la política fiscal "proactiva" de Takaichi, probablemente apuntalará el consumo, pero también podría acelerar la inflación y tensar aún más las maltrechas finanzas japonesas.
DELICADO EQUILIBRIO ENTRE APOYO A LA ECONOMÍA Y CONTENCIÓN DE LA DEUDA
La inquietud de los inversores ante la expansión fiscal en una economía con la mayor carga de deuda del mundo industrializado ha llevado los rendimientos de la deuda pública a máximos históricos y ha lastrado el yen.
"Creemos que hemos sido capaces de elaborar un presupuesto que no solo aumenta las asignaciones para medidas políticas clave, sino que también tiene en cuenta la disciplina fiscal, logrando tanto una economía fuerte como la sostenibilidad fiscal", dijo la ministra de Finanzas, Satsuki Katayama.
La ministra dijo en rueda de prensa que el proyecto de presupuestos mantiene la emisión de nuevos bonos por debajo de los 30 billones de yenes (US$190.000 millones) por segundo año consecutivo, y que la ratio de dependencia de la deuda cae hasta el 24,2%, la más baja desde 1998.
Los esfuerzos del Gobierno de Takaichi por tranquilizar a los inversores en deuda pública japonesa estaban teniendo cierto éxito.
El rendimiento del JGB a 30 años cayó el jueves desde un máximo histórico del 3,45% después de que Reuters informara de que el Gobierno probablemente reducirá la nueva emisión de JGB superlargos el próximo año fiscal al nivel más bajo en 17 años. Los rendimientos bajaron aún más el viernes debido a los esfuerzos del Gobierno por contener la política fiscal.
El presupuesto no era tan grande como se temía inicialmente, dijo Saisuke Sakai, economista de Mizuho Research & Technologies. "Sin embargo, la fragmentación política aumenta el riesgo de que Takaichi recurra a un gran presupuesto suplementario el próximo año para asegurarse el apoyo de la oposición, manteniendo viva la preocupación del mercado de que la expansión fiscal pueda empujar el yen a la baja y acelerar la inflación", dijo.
"Es demasiado optimista suponer que persistirá el entorno actual"
El gasto propuesto está inflado por un salto en los costes del servicio de la deuda para el pago de intereses y la amortización de la deuda. También refleja un aumento del 3,8% en el gasto militar hasta los 9 billones de yenes (US$60.000 millones) como parte de la asertiva política de defensa de Takaichi, una nacionalista conservadora, y en consonancia con la presión de EEUU para que sus aliados paguen más por su propia defensa.
LA INFLACIÓN DE TOKIO SE RALENTIZA PERO SIGUE APUNTANDO A SUBIDAS DE TIPOS
El índice de precios al consumo subyacente de Tokio, que excluye los costes volátiles de los alimentos frescos, subió un 2,3% en diciembre con respecto al año anterior, por debajo de las previsiones del mercado de un aumento del 2,5% y ralentizándose con respecto al aumento del 2,8% de noviembre.
Los datos respaldan la opinión del banco central de que la inflación subyacente se deslizará por debajo de su objetivo del 2% en los próximos meses debido a la menor presión de los costes, antes de reanudar un aumento más impulsado por la demanda que justifique subidas adicionales de los tipos.
Sin embargo, algunos analistas advierten del riesgo de que la nueva caída del yen impulse a las empresas a seguir subiendo los precios, lo que llevaría a una inflación persistente, impulsada por los costes, que podría acelerar el ritmo de subidas de tipos del BOJ.
"Los datos de hoy sugieren que la inflación de los alimentos puede estar tocando techo. Pero la debilidad del yen puede dar a las empresas una excusa para reanudar las subidas de precios de los alimentos, lo que podría mantener elevada la inflación", dijo Yoshiki Shinke, economista ejecutivo senior del Instituto de análisis Dai-ichi Life.
El índice de inflación de la capital, que excluye los costes de los alimentos frescos y los combustibles —y que el Banco de Japón sigue muy de cerca como indicador de los precios derivados de la demanda—, subió un 2,6% en diciembre, tras un aumento del 2,8% en noviembre.
Los datos del viernes también mostraron que la producción de las fábricas japonesas cayó un 2,6% en noviembre respecto al mes anterior, caída superior a las previsiones del mercado, que apuntaban a un descenso del 2,0%, debido a los recortes en la producción de automóviles y baterías de iones de litio.
El Banco de Japón elevó la semana pasada su tipo de interés oficial al 0,75%, su nivel más alto en 30 años, dando otro paso histórico para poner fin a décadas de enorme apoyo monetario, en una señal de su convicción de que Japón avanza hacia la consecución duradera de su objetivo de inflación del 2%.
Con una inflación subyacente que supera el objetivo del BOJ desde hace casi cuatro años, el gobernador Kazuo Ueda ha señalado la disposición del BOJ a seguir subiendo los tipos si la economía sigue mejorando, respaldada por unas sólidas ganancias salariales.
Los bajistas del yen, sin embargo, se han deshecho de la divisa japonesa ante la tesis de que las subidas de tipos de Ueda son demasiado graduales, lo que llevó a Katayama la semana pasada a amenazar con una intervención de compra de yenes, diciendo que el Gobierno estaba "alarmado porque estamos viendo claramente movimientos unilaterales y bruscos" en el yen.
(1 $ = 156,1800 yenes)
(Reporte de Leika Kihara; información adicional de Satoshi Sugiyama, Yoshifumi Takemoto y Makiko Yamazaki; edición de William Mallard y Shri Navaratnam; editado en español por Tomás Cobos)



