Las elecciones en Extremadura miden el impacto de los escándalos que salpican a socialistas en España
Las elecciones de este domingo al Parlamento de la región española de Extremadura supondrán una primera evaluación del impacto de los escándalos que llevan meses salpicando al presidente del Gobierno...
Las elecciones de este domingo al Parlamento de la región española de Extremadura supondrán una primera evaluación del impacto de los escándalos que llevan meses salpicando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su Partido Socialista.
Con poco más de un millón de habitantes, Extremadura, una región agrícola fronteriza con Portugal, no suele acaparar la atención de los españoles ni de los medios nacionales.
Pero estas elecciones anticipadas la han colocado bajo los focos, después de que la jefa del Gobierno regional, la conservadora María Guardiola -del Partido Popular, principal formación de la oposición-, decidiera disolver la asamblea y adelantar los comicios.
Según todas las encuestas, el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez debería pagar caro el domingo la factura de los casos de corrupción y los escándalos sexuales que llevan meses copando los titulares nacionales.
El último sondeo, publicado el lunes en el diario El Mundo, preveía un desplome sin precedentes de los socialistas, que podrían perder más del 11% de los votos y ocho o nueve de los 28 escaños que consiguieron en las elecciones de 2023.
Unas cifras especialmente llamativas para una región como Extremadura, que fue durante mucho tiempo un bastión histórico.
- Escándalos de fondo -
"Si perdemos", será debido a "toda la mierda (sic) que el PSOE está depositando como consecuencia de esta gente que en estos momentos está procesada o en la cárcel", valoró el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien dirigió Extremadura durante 24 años, en una entrevista publicada el jueves en El Mundo.
El expresidente regional hacía referencia así a los escándalos que sacuden desde hace un año al ejecutivo de Sánchez. Uno de los más dañinos es el conocido como "caso Koldo", bautizado en referencia a Koldo García, un cercano asistente del exministro de Transportes José Luis Ábalos, exmano derecha de Sánchez dentro del PSOE.
Ábalos fue enviado a prisión provisional a finales de noviembre a la espera de ser juzgado por un caso en el que la Fiscalía pretende solicitar para él 24 años de prisión por su presunto papel en esta trama tentacular de sobornos a cambio de contratos públicos.
A este escándalo se sumó recientemente el goteo de denuncias por presunto acoso sexual de políticos socialistas de diferentes municipios, que obligaron a muchos de ellos a dimitir.
A este clima general, los votantes extremeños le añaden un caso que ha llevado a su región a ocupar titulares durante meses, ya que el candidato elegido por los socialistas, Miguel Ángel Gallardo, está imputado en un proceso por presunta corrupción cuyo principal protagonista es el hermano de Sánchez.
David Sánchez y otras diez personas serán juzgados entre el 28 de mayo y el 4 de junio por presunto tráfico de influencias y prevaricación administrativa, por un caso que se remonta a 2017, época en que Extremadura estaba en manos de los socialistas.
Compositor, músico y director de orquesta, David Sánchez es sospechoso de haber utilizado la influencia de su hermano para ser contratado en 2017 para ocuparse de las artes escénicas en la provincia de Badajoz, gobernada por la izquierda.
- "Mayor error histórico" -
Según la investigación, el puesto fue creado a su medida, sin seguir los procedimientos legales establecidos para el acceso a los empleos públicos. En aquel momento, Gallardo era el presidente de la Diputación de la provincia de Badajoz.
Otro punto de interés de las elecciones del domingo será el resultado que obtenga el partido de extrema derecha Vox, en alza en las encuestas.
Guardiola y el PP esperan, aunque con ciertas dudas, poder alcanzar la mayoría absoluta de 33 escaños que les permitiría gobernar la región sin pedir el apoyo de Vox, un socio muy incómodo debido a sus posiciones extremistas.
Sánchez, quien ha convertido a Vox en un enemigo a nivel nacional, advierte de la posibilidad de que en unas generales gane el PP pero necesite a Vox para gobernar, abriendo las puertas del poder a la extrema derecha, medio siglo después de la muerte del dictador Francisco Franco.
Un gobierno de la derecha y la extrema derecha en España supondría "el mayor error histórico que se cometería" en España, afirmó recientemente.



