Los dirigentes monetarios del BCE aún no están dispuestos a descartar un recorte de tipos

FRÁNCFORT, 19 dic (Reuters) -
Dirigentes monetarios del Banco Central Europeo advirtieron el viernes de los riesgos sobredimensionados en torno a sus últimas proyecciones económicas, abogando por la cautela a la hora de fijar la política monetaria y sin descartar todavía la opción de otro recorte de los tipos de interés.
El BCE mantuvo estables los tipos el jueves y revisó al alza algunas de sus previsiones de crecimiento e inflación, lo que los inversores consideraron una señal de que no se producirán nuevos recortes de los costes de financiación.
Aunque los mercados han descartado cualquier recorte de los tipos y esperan ahora una subida en 2027, varios responsables de política monetaria, como el francés François Villeroy de Galhau, el neerlandés Olaf Sleijpen, el austriaco Martin Kocher, el español José Luis Escrivá y el finlandés Olli Rehn, advirtieron de que no había que sacar conclusiones precipitadas.
"No estamos en una situación cómoda desde el punto de vista de la situación económica general, porque la incertidumbre sigue siendo elevada", dijo Kocher a la prensa en Viena. "Eso significa que existe tanto la posibilidad de un nuevo recorte, si fuera necesario, como la posibilidad de un aumento, si fuera necesario".
El español Escrivá coincidió con los comentarios de Kocher, argumentando que el próximo movimiento podría ser en cualquier dirección.
Fuentes con conocimiento directo de las deliberaciones dijeron a Reuters que los dirigentes monetarios se sentían cómodos con la previsión del mercado de tipos estables para el próximo año, pero querían evitar cualquier señal que descartara una mayor relajación de la política monetaria.
Aun así, la mayoría consideraba que los riesgos para el crecimiento y la inflación estaban equilibrados, aunque estos riesgos eran excepcionalmente grandes y propensos a cambios repentinos debido a acontecimientos geopolíticos.
"Creo que los riesgos para el crecimiento y la inflación están bastante equilibrados, aunque sean grandes", dijo Sleijpen.
"Seguimos en un buen lugar, la inflación en Europa se mueve muy cerca del 2%. Se podría decir que es casi una especie de nirvana de los banqueros centrales", dijo. "Pero al mismo tiempo, sabemos que los riesgos siguen siendo grandes".
En declaraciones a Le Figaro el viernes, Villeroy adoptó una postura más expansionista, abogando por la "máxima opcionalidad".
"Hay riesgos en ambas direcciones para la inflación, pero sobre todo a la baja", dijo. "Por tanto, seremos tan ágiles como sea necesario en cada una de nuestras próximas reuniones".
El BCE elevó el jueves sus previsiones de inflación para 2026 debido a la aceleración del crecimiento de los salarios y los servicios, pero siguió pronosticando que el crecimiento general de los precios no alcanzaría su objetivo en los próximos dos años.
Aunque una inflación demasiado baja justificaría normalmente una relajación de la política monetaria, se debe sobre todo a efectos puntuales de la energía, y el crecimiento subyacente de los precios se mantendrá por encima del objetivo, lo que apunta a la necesidad de cautela.
Sin embargo, los precios de la energía han seguido bajando desde la fecha de cierre de las proyecciones y existe el riesgo de que las expectativas de precios empiecen a desviarse a la baja a medida que disminuyan las lecturas mensuales de inflación, perpetuando un crecimiento anémico de los precios.
"A pesar de las recientes sorpresas positivas en materia de crecimiento, la situación geopolítica y la guerra comercial en curso pueden seguir deparando sorpresas negativas para la zona del euro", dijo Rehn. "Las perspectivas de inflación son más inciertas de lo habitual debido tanto a los enfrentamientos geopolíticos como a las disputas comerciales mundiales". (Información de François Murphy, Bart Meijer, Essi Lehto, Leigh Thomas, Jesús Aguado, Francesco Canepa y Balazs Koranyi; edición de Hugh Lawson; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)



