Milei desata tensiones entre los miembros del Mercosur
Pide "más reformas", busca apoyos para bajar el arancel externo común y ataca al Parlasur
Todo en medio de un Mercosur descolocado por la decisión de la Unión Europea de postergar la firma del acuerdo comercial entre ambos bloques, que se iba a plasmar, justamente, el sábado en la cumbre de Fox Iguazú, Brasil.
Hoy Bruselas sumó más incertidumbre. En cuanto al acuerdo entre la UE y el Mercosur, "no hemos fijado una fecha", aclaró Olof Gill, portavoz de la Comisión Europea, volviendo al controvertido tema de la firma del pacto. "Hemos dicho que nuestros Estados miembros necesitan un poco más de tiempo para comprender los detalles y ver qué ha sucedido realmente", declaró.
"Llevamos 25 años intentando alcanzar este acuerdo con nuestros socios del Mercosur. Creo que unas semanas más son viables", añadió Gill.
Y si desde el Viejo Continente se tiñe todo de tinieblas, desde el propio bloque Milei también fustiga, critica y objeta.
El presidente argentino fustiga la "burocracia" del mercado común desde varios puntos: la "flexibilización" del Arancel Externo Común, que considera nocivo para los acuerdos comerciales extra zona, la necesidad de permitir acuerdos extra zona sin la anuencia de todos los socios, y una batalla directa contra los "gastos" que genera el Mercosur, señala hoy un análisis del diario LA NACION.
Lo que objeta Milei concretamente son los gastos que generan las secretarías del bloque en Montevideo, hasta el Parla-sur (parlamento regional) e institutos que considera "anacrónicos", y que son defendidos tanto por Brasil como por la oposición argentina kirchnerista (peronismo de centro-izquierda).
Milei habló del Arancel Externo Común, que hoy es en muchos casos del 35%, cuando otros bloques lo tienen al 6%, explicaron fuentes de Gobierno a LA NACION. "Hoy producir un auto es mucho más caro en el Mercosur que en el resto del mundo", un dato que según fuentes oficiales complica el acceso a distintos y potenciales mercados, como México.
En este punto, Asunción y Montevideo coinciden con el liberal argentino. Y por supuesto, Brasilia se enfada.
La política de recorte de Milei, ferozmente aplicada en el estado, apunta a la estructura del Mercosur, con un total de 62 empleados, y sede en la capital uruguaya para su secretaría y la comisión de Comercio, con un costo de US$1.000.000 anuales.
Argentina decidió tener un mismo embajador en Uruguay, que se ocupe de los vínculos con el país y actúe también como representante ante el Mercosur. También bajó drásticamente sus aportes al Instituto de Derechos Humanos del Mercosur, que funciona en el predio de la ex ESMA, un ex centro clandestino de detención de la dictadura en Buenos Aires. Su presupuesto de US$2.000.000 anuales pasó a US$200.000.
Milei y los sucesivos cancilleres argentinos, además, vienen destinando cada vez menos fondos al Parlasur, con el argumento de que "fue fundado en su momento por los gobiernos progresistas, pero ahora no sesionan y sus decisiones no son vinculantes".
Argentina acumula una deuda de sus aportes al Parlasur de algo más de US$3.000.000, deuda que comenzó en 2021, al igual que Paraguay. Uruguay debe US$2.000.000, pero Brasil está al día y son sus aportes lo que sostienen a ese Poder Legislativo.
Así, desde sus propias entrañas, el Mercosur también empieza a debilitarse. Milei fue claro en su discurso en Fox Iguazú: "la nueva Sudamérica llega desde el futuro", dijo y advirtió que es tarea del bloque regional decidir "si va a moverse con el viento de cola o aferrarse al mástil del pasado para luchar contra el cambio que nuestros países necesitan y exigen". (ANSA).



