Myanmar: Se vuelve al voto bajo el talón de los militares
Con San Suu Kyi en la cárcel y los viejos partidos disueltos.

La votación, que se celebrará por fases, zona por zona por razones de seguridad, hasta el 25 de enero, está bajo estricto control militar: prácticamente todos los partidos democráticos han sido disueltos, empezando por la Liga Nacional para la Democracia (LND), cuya líder histórica, la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, se encuentra en prisión desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 que puso fin brutalmente a una década de experimentación democrática.
Diversas regiones, especialmente aquellas habitadas por grupos étnicos no birmanos, están en guerra con el ejército gobernante, y más de un tercio del país, gravemente empobrecido, se encuentra fuera del control de la junta y es una zona de guerra. Se estima que votar será imposible en al menos el 15% de las circunscripciones del país, según informa Asia Times.
A más del firme apoyo de China y sus aliados, impulsado por el deseo de estabilidad en sus fronteras, el país ha estado políticamente aislado desde el golpe. En octubre, el Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos en Myanmar, Tom Andrews, utilizó el término "farsa" y añadió que "las elecciones no pueden ser libres, justas ni creíbles cuando se celebran en un contexto de violencia militar y represión, con líderes políticos detenidos y libertades fundamentales pisoteadas".
Tanto es así que incluso la ASEAN —la comunidad de naciones del Sudeste Asiático, de la que Myanmar sigue siendo miembro, pero que le ha prohibido asistir a reuniones de alto nivel— decidió negarse a enviar observadores para no legitimar un proceso que considera "fuera de lugar".
La junta, que levantó formalmente el estado de emergencia el 31 de julio y creó un gobierno civil liderado por el primer ministro interino Nyo Saw, con el general Min Aung Hlaing como presidente, de forma más discreta, rechaza las críticas: "Las elecciones se celebran para el pueblo de Myanmar, no para la comunidad internacional. Que la comunidad internacional esté satisfecha o no es irrelevante", declaró el portavoz.
Los 57 partidos nominales se presentan para crear la ilusión de una elección, pero los observadores los perciben como vinculados al ejército. Del total, solo seis partidos tienen representación en todas las circunscripciones, entre ellos el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo, que representa oficialmente a la junta y no tiene rival en prácticamente ningún otro lugar.
De acuerdo con la ONG Red Asiática para Elecciones Libres (ANFREL), un observatorio independiente con sede en Tailandia, decenas de partidos étnicos han sido disueltos; el 57% de los partidos que se presentaron a las elecciones de 2020 y obtuvieron el 90% de los escaños, empezando por el Partido de Liberación Nacional (LND) de San Suu Kyi, ya no existen.
Las raíces de la junta militar están firmemente arraigadas en las elecciones de octubre de 2020: ante la aplastante victoria de la LND, y a pesar de que la Constitución garantizaba a los militares el 25% inalienable de los escaños, las declaró fraudulentas. Y tras la negativa del gobierno electo a anularlas, recurrió a la fuerza, destruyendo las elecciones y todo el sistema democrático por la fuerza de las armas. (ANSA).



