Primer ministro de Australia promete medidas drásticas contra "el odio" tras ataque de Sídney
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, prometió este jueves tomar medidas drásticas contra "el odio, la división y la radicalización", en respuesta al atentado antisemita perpetrado en...

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, prometió este jueves tomar medidas drásticas contra "el odio, la división y la radicalización", en respuesta al atentado antisemita perpetrado en la popular playa Bondi de Sídney.
Sajid Akram y su hijo Naveed son sospechosos de abrir fuego el domingo por la tarde durante la festividad judía de Janucá en Bondi Beach, en un ataque que dejó 15 muertos y decenas de heridos. Según las autoridades, estuvo motivado por la ideología del grupo yihadista Estado Islámico.
"Los australianos están conmocionados y furiosos. Yo estoy furioso. Está claro que tenemos que hacer más para combatir este malvado flagelo, mucho más", dijo Albanese en una conferencia de prensa.
El primer ministro describió una serie de medidas para perseguir a los predicadores extremistas, imponer castigos más severos y denegar o cancelar los visados a las personas que propaguen "el odio y la división".
Según la cadena pública australiana ABC, Naveed Akram, de 24 años, era seguidor de un predicador proyihadista residente en Sídney.
Mientras Albanese hablaba, un grupo de personas se reunió para asistir al funeral de una niña de 10 años que murió en el ataque.
Líderes de la comunidad judía australiana y de otros lugares han arremetido contra el primer ministro por no hacer más para protegerlos del creciente antisemitismo.
Las nuevas leyes sobre "discurso de odio agravado" castigarán a los predicadores y líderes que inciten al odio y la violencia, defendió Albanese, al prometer además penas más severas.
Australia desarrollará un sistema para incluir en una lista a las organizaciones cuyos líderes participen en discursos de odio, afirmó.
Además, la "difamación grave" basada en el origen étnico o la defensa de la supremacía racial se convertirá en un delito federal.
El gobierno de Australia reforzará asimismo las facultades del Ministerio del Interior para cancelar o rechazar los visados de las personas que difundan "odio y división", afirmó el primer ministro.



