Retiro de subsidios y aumento en combustibles desata desconcierto y rechazo en Bolivia

LA PAZ, Bolivia (AP) — Horas después de que el presidente boliviano Rodrigo Paz eliminó el subsidio a los combustibles y decretó un aumento del precio de la gasolina en más del doble, había escaso transporte público en La Paz y otras ciudades y crecía el malestar en la gente y los sindicatos.
“Este es un golpe a la economía, un atentado al pueblo, el gobierno tomó la medida sin consultar y debe derogarla. Estamos en emergencia y tomaremos medidas para exigir que se derogue”, dijo el jueves a periodistas Víctor Tarqui, máximo dirigente de los transportistas.
En La Paz se observaba escaso transporte público y los choferes ya aplicaban tarifas con aumentos. “Estamos sometidos al capricho de los conductores que cobran lo que quieren, esto va a tener efecto multiplicador, es un duro golpe a la gente y no aguantará”, dijo Sofía Medina mientras intentaba abordar un vehículo hacia su trabajo en el centro de la ciudad.
Paz, que asumió el mes pasado tras casi dos décadas de gobiernos de izquierda, anunció el miércoles en la noche el fin de los subsidios a los combustibles y declaró una “emergencia económica y energética”. Dijo que el ajuste es “duro pero necesario para estabilizar la economía” que afronta la peor crisis en cuatro décadas.
“Hemos heredado un país herido en su economía, herido en sus reservas, sin dólares, con inflación creciente, sin combustibles y con un Estado que fue vaciado por dentro”, dijo el mandatario en un mensaje al país.
Como medidas compensatorias, Paz dijo que mantendrá los bonos sociales, anunció un incremento del bono a los ancianos y los escolares y la creación de otro para los trabajadores informales que alcanzan el 85% de la fuerza laboral. El incremento salarial será del 20%. También anunció una reducción de impuestos a los sectores empresariales e incentivos para repatriar capitales.
La economía del país está en quiebra, con las reservas internacionales casi agotadas, escasez de dólares y sin dinero para importar combustibles, que el país no produce. La subvención a los combustibles significaba una sangría anual de más de 2.000 millones de dólares al año, según el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza.
El ministro explicó que la subvención a los combustibles se “financiaba con créditos y ya no era sostenible".
“Son medidas necesarias para atraer dólares e inversiones, favorecen al sector privado, están dentro de lo que se esperaba, pero tendrán efectos sociales y políticos complejos y elevarán la inflación. Ahora viene la parte más compleja y veremos la habilidad del gobierno para pactar en las calles y en la Asamblea Legislativa para hacerlas sostenibles”, dijo el analista económico Gonzalo Chávez.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, celebró el anuncio de Paz “sobre un importante paquete de reformas económicas destinadas a restaurar la estabilidad, la prosperidad y la inversión en Bolivia tras décadas de políticas fallidas”. Agregó en un comunicado que “el camino a seguir no será fácil”.
Aunque la medida se veía venir debido a la sangría que significaba el subsidio para las arcas estatales, tomó por sorpresa a muchos sectores.
La Central Obrera de Bolivia (COB) rechazó el ajuste y llamó a “un ampliado de dirigentes el sábado para definir medidas de presión”, dijo su titular Eduardo Ferrufino.
“Le pido al gobierno que retroceda, esperábamos un ajuste gradual y en consenso con los sectores sociales, pero nos está condenando a pasar la peor Navidad. Tiene 24 horas para revisar”, dijo el dirigente vecinal David Callisaya en la vecina ciudad de El Alto mientras reunía a gente para iniciar una marcha.
Los empresarios, en cambio, respaldaron la decisión del mandatario y han pedido al gobierno más ajustes para reactivar la economía.
“Son medidas necesarias, se veían venir y es mejor que sean de shock. El ajuste salarial es una medida dura para los sectores empresariales, nos golpea a todos, pero el gobierno debe compensar con mayor apertura económica”, dijo el presidente de la Cámara de Exportadores, Osvaldo Barriga. “Muchas empresas tendrán que cerrar y ajustarse a la nueva realidad”, dijo a su vez el presidente de los empresarios de La Paz, Fernando Kempf.



