Sudán. UNICEF dice que los niños "viven una situación de violencia, hambre y miedo constantes" por la guerra en Sudán
Sudán.- UNICEF dice que los niños "viven una situación de violencia, hambre y miedo constantes" por la guerra en Sudán

MADRID, 9 Dic. 2025 (Europa Press) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este martes del agravamiento de la crisis humanitaria en Sudán, sumido en una guerra desde abril de 2023, y ha denunciado que los menores "viven una situación de violencia, hambre y miedo constantes" por los combates entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
"Los niños y niñas de Sudán están viviendo una situación de violencia, hambre y miedo constantes", ha señalado la directora ejecutiva del organismo Catherine Russell, quien ha indicado que "las mujeres y las niñas son las más afectadas por la crisis, incluyendo niveles espantosos de violencia sexual". "Necesitan protección, servicios y solidaridad global", ha destacado.
Russell, quien ha realizado una visita africano para analizar la situación, ha pedido medidas para proteger a los niños y garantizar la entrega de servicios esenciales en Sudán, que atraviesa una intensificación del conflicto, un aumento de las cifras de hambre y el mayor desplazamiento infantil del mundo, con diez millones de desplazados, la mitad de ellos, menores.
El organismo ha destacado que más de 30.000.000 de personas necesitan ayuda humanitaria, mientras que los niños atrapados en zonas asediadas y de difícil acceso, como las regiones de Darfur y Kordofán, son especialmente vulnerables, ya que el acceso a alimentos, agua y suministros médicos sigue estando prácticamente cortado.
Russell, quien durante su visita a Kassala se ha reunido con mujeres y adolescentes que reciben apoyo psicosocial y formación profesional en un centro apoyado por UNICEF, ha relatado que pudo conversar con una joven llamada Nahed "que solo tenía 16 años cuando estalló la guerra, mientras visitaba Jartum para celebrar el Eid al Fitr --la principal festividad musulmana-- con su familia".
"Huyeron, pero la guerra los siguió. Cuando hombres armados atacaron su pueblo, comenzaron a matar gente, entre ellos a su abuelo y a su tío, mientras que las chicas eran violadas o secuestradas. Nahed logró escapar, pero dijo que fue aterrador. Los recuerdos escalofriantes permanecen", ha manifestado.
En el caso de El Fasher, capital de Darfur Norte y tomada a finales de octubre por las RSF, que posteriormente cometieron numerosas atrocidades en la ciudad, incluidas ejecuciones sumarias, secuestros y violaciones, Russell ha indicado que un niño que logró huir de la localidad le contó que "en El Fasher reinaba el miedo y la violencia".
En este sentido, ha recalcado que el niño le trasladó que "había conseguido escapar a pie con su familia", si bien durante el trayecto "se vieron obligados a detenerse varias veces por hombres armados que les exigían dinero para dejarles pasar". "Me dijo que había sido una experiencia terriblemente aterradora", ha destacado.
Alrededor de 106.000 personas han huido de El Fasher desde finales de octubre, sobrecargando los centros de acogida y convirtiendo zonas como Tauila en extensos asentamientos informales a los que los niños llegan agotados, deshidratados y con una necesidad urgente de protección, nutrición y asistencia médica.
"En todos los lugares a los que fui, los niños me decían lo mismo: 'Lo único que queremos para Sudán es la paz'. El mundo debe esforzarse más para hacer realidad ese deseo", ha dicho Russell, mientras que UNICEF ha reiterado su llamamiento a un fin inmediato de la violencia y a que las partes respeten el Derecho Internacional Humanitario, garantizando la seguridad de los civiles, incluidos los niños.
La guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno del Ejército, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.



