Tras las huellas de Andre De Grasse, la baza canadiense en el esprint

Andre De Grasse comenzó a correr a edad avanzada pero su talento natural lo llevó a ser el primer velocista canadiense en ganar tres medallas en unos Juegos Olímpicos. En París-2024 confía en no pisar el freno y aspira a nuevos éxitos.
Estatuillas con su imagen, fotos de su infancia, medallas: la figura de este atleta de 29 años es onmipresente en la casa de su madre, su mayor admiradora.
Hiperactivo de niño, De Grasse descubrió el deporte desde muy joven gracias a su madre, quien intentó canalizar su energía inscribiéndolo en fútbol, béisbol y básquet, el que más pasión le despertó al punto de soñar con ser una estrella de la NBA.
Entre sus ídolos se cuentan Michael Jordan y Kobe Bryant y un logo de los Toronto Raptors permaneció pintado en una pared de su habitación.
Pero fue en el atletismo donde su talento explotó a cotas nunca vistas en su país.
De Grasse fue el primer canadiense en bajar tanto de los 10 segundos en los 100 metros como de los 20 segundos en los 200 metros, todo ello ante la mirada de incredulidad de su madre en su modesta vivienda de los suburbios de Toronto.
"Nunca esperé que Andre se convirtiera en un campeón olímpico, ni tan solo que llegara a los Juegos", confiesa Beverley De Grasse, con largas trenzas con mechas rubias y grandes pendientes de aro.
Esta exatleta, que crió a su hijo sola, no tiene reparo en admitir que sus éxitos siempre le resultaron difíciles de creer.
"Algunas veces me tengo que pellizcar ... ¿todo esto es real?", se pregunta con una sonrisa de oreja a oreja.
- Un talento natural -
Poco después de debutar en el atletismo a los 17 años, De Grasse fue descubierto por Tony Sharpe, un antiguo campeón olímpico que quedó sorprendido con su "talento natural" y lo invitó a unirse a la Speed Academy.
Taylor Sharpe, hija del entrenador, fue su compañera en el centro y explica que al principio le costó sentirse parte del grupo. Una imagen que se le quedó grabada es la de un recién llegado Andre utilizando pantalones cortos flojos y zapatillas de básquet.
"Realmente no sabía muy bien lo que hacía", recuerda.
De Grasse, sin embargo, tardó pocas semanas en erigirse en el atleta de secundaria más rápido de la región. Cortejado por varias universidades de alto nivel, recibió una beca en la prestigiosa USC (Universidad del Sur de California) a los 19 años.
De repente la vida le había igualado el ritmo de la pista y a los 21 años firmó su primer contrato multimillonario de publicidad con Puma.
- El canadiense "más laureado" -
Sólo unos meses más tarde, cuando todavía era un desconocido en su país, compitió frente al gigante Usain Bolt y subió a sus primeros podios olímpicos en Rio-2016 (plata en los 200m y bronce en los 100m y 4x100m).
En la siguiente cita de Tokio, celebrada en 2021, el canadiense escaló el último peldaño hasta colgarse el oro en los 200 metros, plata en los 4x100 y de nuevo bronce en los 100 metros.
En Estados Unidos, donde sigue entrenando, comparte su vida con Nia Ali, excampeona mundial en los 100m vallas, con quien tiene tres hijos.
También lanzó una fundación para facilitar el acceso de jóvenes a programas deportivos y becas, y publicó un libro para niños sobre su vida.
Doce años después de que lo viera correr por primera vez, Tony Sharpe sigue entusiasmado con ver a De Grasse como "el atleta olímpico más laureado en la historia del deporte canadiense".
El sábado, De Grasse consiguió clasificarse para las semifinales de los 100 metros, consiguiendo el tercer puesto en su serie (10.08), pero sigue lejos de los mejores de esta temporada.
¿Podrá dar la sorpresa el domingo, día en el que los Juegos de París coronarán al hombre más rápido del planeta?
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