Ucrania: La jugada de Zelensky, "Moscú deberá responder por sus crímenes"
En La Haya nace la comisión sobre los daños de la guerra, apoyo de 35 países

Tras aterrizar la noche del lunes en La Haya desde Berlín, después de haber sondeado posiciones y aperturas en intensas conversaciones con los Voluntariosos y Washington, el líder de Ucrania transformó su nueva etapa europea en un mensaje calibrado en varios registros.
Primero, ante el Parlamento neerlandés, delineó los contornos de las negociaciones "más intensas y específicas desde el inicio de la guerra", pidiendo a los aliados pleno apoyo también sobre el delicado asunto de los activos rusos congelados.
Luego, el impacto ante el Consejo de Europa reunido en el World Forum, donde, con el visto bueno de 35 países, nació la comisión encargada de cuantificar los daños de guerra infligidos por el Kremlin y de prever su compensación.
"Rusia deberá rendir cuentas por sus crímenes", exclamó Zelensky, con la esperanza de que el nuevo organismo se convierta "en un claro ejemplo para que otros aprendan a no elegir la agresión".
A pocos pasos de la sede de Europol, Zelensky recibió el apoyo unánime de Italia, Francia y Alemania, que, junto al Reino Unido, impulsaron uno de los niveles de adhesión más altos jamás registrados en los 76 años de convenciones del Consejo de Europa, del cual Moscú fue excluida tras la invasión.
La creación de la comisión es "un paso histórico", en palabras del secretario general Alain Berset, también a la luz del primer millón de euros asignado por la UE para iniciar sus trabajos: el organismo se volverá operativo al alcanzar las primeras 25 ratificaciones parlamentarias, en aproximadamente un año y medio.
El trabajo comenzará desde el registro de daños, que ya recopiló más de 86.000 denuncias de ciudadanos, empresas e instituciones a través de la aplicación Diia de la administración ucraniana: reclamaciones de indemnización por miles de millones de euros relacionadas con la destrucción de viviendas e infraestructuras, las violencias físicas y sexuales y las violaciones más graves de los derechos humanos.
A los comisionados -uno por cada estado firmante, con competencias en arbitrajes, apoyo a las víctimas y derecho internacional- les corresponderá verificar los recursos, determinar la magnitud de los daños y establecer las compensaciones.
Sin embargo, el banco de prueba seguirá siendo político-financiero.
Los bienes soberanos rusos congelados podrían convertirse, en las intenciones de Berset, en uno de los pilares del fondo para las indemnizaciones a Kiev que se espera para 2026. Pero mucho dependerá de la inminente cumbre de la UE, que deberá resolver el estancamiento alimentado por las cautelas de Bélgica sobre los activos custodiados por Euroclear.
Un escollo frente al cual, en su misión marcada por la urgencia de ayudas inmediatas, Zelensky invocó una "decisión firme" de los líderes de la UE también en virtud de estimaciones que indican que los aproximadamente 200 mil millones congelados no serán suficientes: según las previsiones del Banco Mundial, la reconstrucción requerirá 524.000 millones de dólares (447.000 millones de euros) en la próxima década, casi tres veces el PIB ucraniano de 2024, sin contar los daños de 2025.
El llamado fue escuchado por el primer ministro neerlandés, Dick Schoof, quien se compromete a apoyar el préstamo de reparación de la UE y a reafirmar que, "una vez restaurada la paz, la justicia debe poder seguir su curso".
Una línea contra la impunidad compartida también por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Y reforzada por Italia, que, a través del subsecretario Giorgio Silli presente en La Haya, ve en la comisión "una nueva pieza para una paz justa y duradera".
Sin embargo, en la partida de Zelensky, la presión sobre Vladimir Putin debe seguir siendo alta: las indemnizaciones y las sanciones deben proceder juntas, porque -ha sido su llamado- los oligarcas rusos continúan "solo contando cada euro", olvidando "las vidas que destruyen". (ANSA).



