Ucrania: Muere Kapustin, el comandante ruso que combatía para Kiev
White Rex muerto en Zaporiyia, una vida entre la militancia negra y la guerra contra Putin
Figura central y, al mismo tiempo, controvertida del frente ruso anti-Putin, Kapustin era fundador y comandante del RVC, creado en agosto de 2022 y que se hizo conocido por incursiones armadas en territorio ruso, en particular en las regiones de Briansk y Bélgorod. Estos ataques, ocurridos sobre todo en 2023, fueron en cierto modo preparatorios para la ofensiva que Ucrania llevó adelante en Kursk a partir del verano de 2024, útil para aliviar la presión rusa sobre el Donbass y crear una zona colchón hacia el territorio de Sumy.
Las operaciones de los Voluntarios Rusos, de fuerte impacto mediático, también sirvieron como demostración de que "también los rusos pueden combatir contra el régimen".
Ahora el RVC pierde a su líder y Ucrania a un aliado en el terreno, útil también en contextos complejos como el de la región de Zaporiyia.
Nacido en Moscú en 1984, Kapustin había dejado Rusia en la adolescencia para trasladarse a Alemania, donde se integró en el ambiente de los hooligans del fútbol y de las artes marciales mixtas (MMA). En esos años fundó la marca de indumentaria White Rex, que se volvió popular en los círculos de la extrema derecha europea. Precisamente en este punto se concentra el aspecto más controvertido de su perfil.
La Anti-Defamation League lo definió como "un neonazi ruso activo durante mucho tiempo en Alemania", mientras que la red Antifascism Europe lo describió como uno de los principales nexos entre los movimientos neonazis de la ex URSS y Occidente.
Acusaciones que Kapustin siempre rechazó, presentándose como un simple "nacionalista ruso" y negando las etiquetas de supremacismo blanco.
Según el sitio de investigación ruso Agentstvo, durante una de las incursiones del RVC en Rusia habría aparecido también Alexei Levkin, fundador del sitio neonazi Wotanjugend y excombatiente del batallón ucraniano Azov. Un detalle que reforzó las dudas sobre la composición ideológica del grupo.
Para Moscú, Kapustin seguía siendo un terrorista: Rusia designó al RVC como organización terrorista y lo había condenado a prisión perpetua en ausencia. Para sus seguidores, en cambio, era el símbolo de una disidencia armada rusa dispuesta a combatir a Putin desde dentro. (ANSA).



