Ucrania: Zelensky verá a Trump. Putin: "Sin acuerdo, usaremos la fuerza"
Videollamada con los líderes europeos antes de la cumbre.

Esas incursiones revelan "la verdadera actitud de Vladimir Putin y su séquito: ningún deseo de terminar la guerra", acusó el líder ucraniano, antes de dirigirse a Florida, donde hizo escala en Canadá para reunirse con el primer ministro Mark Carney y celebrar una videoconferencia final con aliados europeos para cerrar filas. Pero el mandatario ruso pronto reanudó sus amenazas, aclarando verbalmente los límites de las negociaciones: "Si Kiev no quiere resolver el conflicto pacíficamente, Rusia llevará a cabo la operación militar especial por la fuerza", vociferó, instando a los ucranianos a "retirarse de los territorios" reivindicados por Moscú.
La conmoción de los ataques rusos —dos muertos, decenas de heridos, más de 1.000.000 de familias sin electricidad ni calefacción, mientras Rusia reclama las ciudades orientales de Myrnohrad y Hulyaipole— trascendió con creces las fronteras de Ucrania. Varsovia respondió con la movilización de aviones de combate. Y a la cabeza de la respuesta política continental estuvo el primer ministro polaco, Donald Tusk: "A pesar de la disposición de Zelenski a hacer concesiones, Rusia ha vuelto a atacar brutalmente". Este mensaje se hizo eco en Canadá, donde Carney pidió "una Rusia dispuesta a cooperar", y entre los socios europeos que entablaron una nueva interlocución con Kiev.
Los líderes "coincidieron en que las garantías de seguridad para Ucrania son cruciales" y deben ser "específicas y fiables", declaró el propio Tusk inmediatamente después de la videollamada. Durante la reunión, Friedrich Merz, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni y Keir Starmer, junto con los líderes de Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega y la UE, reiteraron su apoyo a Zelensky en vísperas de una cita con perspectivas inciertas, vinculadas, en opinión de Europa, a la inconstancia de Donald Trump.
Asimismo destacaron el papel de Europa para evitar una paz impuesta desde arriba. Recordaron, además, el paquete de préstamos puente conjuntos de 90.000 millones de euros acordado el 18 de diciembre, que fue el tema central del mensaje de la presidenta Ursula von der Leyen. Zelenski y los europeos se reunirán de nuevo inmediatamente después de la reunión de Mar-a-Lago.
Con el apoyo de la UE y EEUU, los llamamientos de Zelensky, no obstante, deben dar un salto cualitativo: ser más sólidos, tanto en términos de armas como de recursos financieros, especialmente para apoyar la producción de armamentos y drones.
A lo largo del día, el presidente ucraniano volvió repetidamente a los temas más sensibles —el Donbás y la central nuclear de Zaporizhia—, reiterando las líneas rojas de Kiev.
"Hay propuestas de compromiso, pero se trata de temas muy delicados", fue el mensaje expresado respecto al plan de 20 puntos que contempla congelar el conflicto en las líneas del frente actuales, con la posible creación de zonas de amortiguación desmilitarizada y, según el propio Zelensky, incluso la posible retirada de tropas del este del país. Este paso marcaría, hasta el momento, el reconocimiento más explícito de la posibilidad de concesiones territoriales.
Sin embargo, la atención se centra también en la reconstrucción, más allá de la guerra, con un horizonte que Zelensky sitúa "hasta 2040". Con Washington, explicó el presidente ucraniano, se está trabajando en una hoja de ruta a largo plazo que podría requerir entre US$700.000 y US$800.000 millones.
Empero, la reactivación del frente interno en Kiev también pone a prueba la determinación del presidente ucraniano: la Agencia Anticorrupción anunció una nueva investigación que involucra a varios diputados.
Funcionarios de la NABU intentaron entrar en el Parlamento para realizar registros, pero fueron detenidos por los servicios de seguridad. (ANSA).



