Violencia: Revelan argumentos de condenas a ultrás del Inter y del Milan

Por un lado, la Curva Sur del Milan, que mediante actos de intimidación y violencia, sin compartir la gestión ni los ingresos con nadie, logró obtener ingresos superiores a los 100.000 euros anuales.
Por otro lado, la Curva Norte del Inter, que era una mera tapadera para negocios ilegales y disfrutaba de una relación de protección con el respaldo del clan Bellocco de la 'Ndrangheta, como es conocida la mafia calabresa.
Estos son extractos de la sentencia en la que Mongiardo dictó el pasado 17 de junio condenas de casi 90 años de prisión a 16 acusados en el juicio sumario derivado de las investigaciones de los fiscales de la Dirección Distrital Antimafia (DDA), Paolo Storari y Sara Ombra, que condujeron a la importante redada en septiembre de 2024 por parte de la policía y la Guardia di Finanza.
La jueza confirmó todos los cargos, desde el homicidio en 2024 de Antonio Bellocco, descendiente del clan Bellocco, hasta un intento de asesinato hace seis años, incluyendo las dos asociaciones criminales, incluyendo un "pacto de no agresión" para los negocios entre las partes Sur y Norte, este último con la circunstancia agravante de participación mafiosa.
Las condenas más severas se impusieron a los líderes de las dos tribunas del San Siro, al fanático "neroazzurro" Andrea Beretta, colaborador de la justicia desde finales de 2024, y a Luca Lucci, ultrá del Milan que también recibió 10 años de prisión.
Beretta lideró la conspiración criminal agravada y asesinó a Bellocco, también miembro de la cúpula de los ultras del Inter.
La jueza señaló que se le concedieron, "además de la circunstancia atenuante especial de colaboración", también penas genéricas por su "importante contribución" a la investigación.
Antes de su "opción por la 'redención'", ciertos aspectos eran "territorio desconocido para los investigadores".
De hecho, fue Beretta quien se autoincriminó y condujo a las detenciones por el asesinato en 2022 del veterano líder ultra Vittorio Boiocchi, por quien se está llevando a cabo otro juicio.
Beretta se declaró "arrepentido", explicando que estaba "guiado por el dinero" y el "poder". Sin embargo, los abogados y la familia de Bellocco protestaron contra la sentencia de 10 años.
Mongiardo aclaró que Lucci, en cambio, actuó como "contrapeso" de Beretta, pues "se defendió más que nadie durante el juicio, prácticamente convirtiéndose en el protagonista".
La jueza refiere que Lucci se mostró astuto, con una mentalidad casi superfina y una inteligencia implacable, negando obstinadamente todos los cargos.
Y mientras Beretta anteponía los intereses económicos a "los aficionados", Lucci siempre se proclamó un verdadero aficionado, al hablar de los "errores" de la vida, como el narcotráfico, según narra Mongiardo.
En este asunto, se mostró "sincero y honesto", pero no aportó ninguna prueba útil, de ahí la negativa de la jueza a concederle circunstancias atenuantes a Lucci, acusado de ser el autor intelectual en el intento de homicidio de Enzo Anghinelli en 2019, por el cual fue imputado Daniele Cataldo, considerado como su mano derecha y a quien le dictaron una pena también de 10 años de reclusión.
A ocho años de cárcel fue condenado Marco Ferdico, otro líder de la Curva Norte arrestado durante la redada que fue hallado culpable de asociación para delinquir con agravante por vínculos mafiosos.
Otros integrantes de la Curva Sur también fueron condenados: Alessandro Sricco a 5 años de prisión; Fabiano Capuzzo a 4 años y 4 meses, en tanto que Islam Hagag y Luciano Romano recibieron 3 años y 4 meses de condena.
En lo que hace a la Curva Norte, Renato Bosetti recibió una sentencia de 4 años, Giuseppe Caminiti de 5 años, Gianfranco Ferdico (padre de Marco) de 4 años y 8 meses y Christian Ferrario de 6 años.
Francesco Intagliata, que también formaba parte de la cúpula de la barra brava de Inter, fue condenado a 5 años de cárcel, Mauro Nepi a 4 años, Matteo Norrito a 4 años y 8 meses y Debora Turiello, única mujer imputada por estar a cargo del manejo del dinero procedente de la reventa de entradas, a 2 años en suspenso.
La demanda enumera una amplia gama de actividades, desde la reventa de entradas hasta la venta de mercancía y el estacionamiento en los alrededores del estadio Giuseppe Meazza de San Siro.
Esto se suma a la extorsión y la violencia contra los auxiliares y otros fanáticos.
Recordando el caso de la "expedición punitiva" contra el entrenador personal Cristiano Iovino, la jueza también menciona el "vínculo" entre Lucci y el rapero Fedez (no investigado), quienes "compartían un plan financiero", lo cual formaba parte de "una verdadera estrategia del grupo ultra", que tenía "conexiones con sectores del mundo del espectáculo", incluso actuando como 'guardaespaldas' de figuras conocidas del espectáculo.
Además, la "situación de sumisión" de los fanáticos del Inter hacia los representantes de la Curva Norte terminó "facilitando su situación, aunque a regañadientes", como ya destacó el fiscal Storari.
Tanto es así que Inter y Milan fueron sometidos a procedimientos preventivos por la fiscalía de Milán dirigida por Marcello Viola, y trabajaron para romper vínculos perjudiciales con grupos de aficionados organizados.
Los clubes incluso se unieron al caso como partes civiles, al igual que la Serie A con su abogado Salvatore Pino, obteniendo una indemnización.
La "violencia sistemática", escribe la jueza de la audiencia preliminar, "perjudicó la percepción de seguridad dentro del estadio" y "dañó la imagen" de los clubes. (ANSA).



