Para Jorge Omar Del Río , muchos accidentes se evitarían prestando más atención y efectuando maniobras con seguridad
"En la gran mayoría de los casos, los accidentes ocurren por lo que se denomina genéricamente como errores humanos. Eso quiere decir que alguna de las personas involucradas en la situación cometió un error de apreciación (respecto de las características del camino, o la condición climática, etc.) o de maniobra (alguna acción conductiva que no le permitió controlar su vehículo de la mejor manera) que finalmente derivó en el accidente", explicó Jorge Omar del Río, ex campeón argentino de automovilismo y director de la Escuela de Manejo Avanzado que funciona en el autódromo de Tigre en Benavídez (teléfono: (03327) 48-3731/3, www.jorgeomardelrio.com.ar )
El dato no es menor en nuestro país donde, según Luchemos por la Vida, mueren más de 7500 personas por año (20 por día) y unas 120.000 resultan heridas, de las cuales muchas quedan discapacitadas.
Del Río explicó que luego se hace difícil reconocer con exactitud cuáles fueron los errores cometidos.
"Los involucrados en un accidente -dijo- suelen relacionar las causas con alguna de las circunstancias que rodearon la situación como, por ejemplo, el estado de los caminos, la condición climática desfavorable o el estado del vehículo. Pero es poco frecuente que el conductor piense si un error suyo pudo haber influido en lo que ocurrió."
Cambio de hábito
Mucha gente cree que el automóvil hace las cosas por sí mismo.
Por eso es tan frecuente escuchar frases como "el auto me patinó, no me frenó, se me fue, no se qué pasó".
"Es importante destacar que en cualquiera de estas posibilidades, las cosas no ocurren solas o por decisión del auto. Por lo general, son la consecuencia de las maniobras y actitudes de manejo que realizó quien conducía el vehículo, que resultaron no ser las más adecuadas para cada situación en particular."
Reconocer que los autos no hacen cosas por sí mismos es el paso previo a aceptar que el conductor es el responsable de su propia seguridad.
"Son ellos quienes deben ir adaptando sus actitudes de manejo y maniobras a las diversas condiciones que deben enfrentar durante un viaje -afirmó Del Río-. El auto solamente irá a donde lo lleven las maniobras del conductor y él debe determinar la forma y velocidad con que circulará en cada ocasión. Deberá ir adaptándose a las condiciones cambiantes del tránsito, los caminos y el clima; además, por supuesto, es responsable del correcto mantenimiento de su vehículo (luces, frenos, neumáticos) y de prestar especial atención a sus condiciones físicas (sueño, cansancio)."
Aunque muchos piensan que los mayores peligros están en la ruta, las ciudades también encierran riesgos. La distracción es una causa muy importante de accidentes.
"Es frecuente ver gente manejando que no está atenta a las situaciones del tránsito. Va abstraída en sus pensamientos o conversando con otros pasajeros. Además, uno de los mayores peligros cotidianos son los conductores que van hablando por teléfono. Todas son situaciones que atentan muy seriamente contra la seguridad, ya que aumentan las posibilidades de ser sorprendidos por los eventos del tránsito o del camino", dijo Del Río.
Otro de los aspectos sumamente riesgosos del tránsito urbano son las maniobras inesperadas como los bruscos cambios de carril, frenadas o giros bruscos hechos por conductores que no piensan en los autos que lo rodean. Esas maniobras suelen terminar en choques que no deberían haber ocurrido pues no había nada en el camino, el clima o los otros vehículos que favoreciera el accidente.
"Lamentablente -explicó el profesor Del Río-, el conductor no desarrolló su tarea con eficiencia. En la mayoría de esos casos, no hay mala intención por parte del que comete el error. Simplemente, en el momento previo al incidente, no estaba prestando la debida atención.
Evitar ponerse en peligro
"Ese fue uno de los motivos por los que creamos la Escuela de Manejo Avanzado. Aquí los conductores reciben entrenamiento especializado para evitar el accidente: se les explican las técnicas de conducción y practican con absoluta seguridad las maniobras más eficientes para controlar su vehículo.
"En nuestros cursos trabajamos para que los conductores aprendan cómo evitar ponerse a sí mismos en situaciones de emergencia, independientemente del vehículo que conduzcan, del tipo de camino y de la condición climática.
"Tenemos alumnos de distintas edades y experiencia. Es muy común que vengan tanto los padres que hace años manejan como los hijos que recién sacaron su registro. Por eso tenemos distintos niveles de instrucción, porque siempre es posible mejorar las actitudes de manejo y aprender nuevas técnicas conductivas para elevar notablemente los márgenes de seguridad en cualquier situación."