Con los principales fabricantes mundiales presentes, la muestra californiana exhibe tanto las tendencias que se vienen como las que están arraigadas con firmeza
Es conocido que el auto show más grande de Estados Unidos (y uno de los mayores del mundo) es el de Detroit. Algo lógico, porque en pocos kilómetros residen los tres gigantes de la industria automotriz norteamericana: Ford (en Dearborn), General Motors (en el centro de Detroit) y Chrysler (en Auburn Hills), hoy fusionada con Fiat en el grupo FCA. Aunque Detroit siempre "jugó en las grandes ligas", como les gusta decir por aquí, de los salones mundiales junto a París, Frankfurt y Tokio, hay otros motor shows en Estados Unidos. A saber, New York, Chicago y el que aquí nos interesa: Los Ángeles.
Con más de cien años a cuestas (la primera edición se realizó en 1907), esta muestra siempre se caracterizó por la presentación de modelos más innovadores y de avanzada que en Detroit, donde las marcas eran más proclives a mostrar lo que estaba listo para el gran público y las ventas masivas, Además, el de L.A. se anticipaba por poco tiempo al de Michigan: Los Ángeles en noviembre y Detroit en enero.
Pero la irrupción del CES (Consumer Electronics Show), la mega muestra de tecnología (desde celulares hasta helicópteros pasando por todo tipo de artilugio electrónico existente o nuevo) de Las Vegas, vino a romper en los últimos años ese balance. ¿Por qué? Las automotrices vieron en la exposición de la ciudad de los casinos y la diversión un público (millennial) muy interesado no solo en la conectividad de los vehículos, sino también en los modelos del futuro, los autos eléctricos e híbridos y la movilidad sustentable.
Dada la situación no solo el Salón de Los Ángeles perdió parte de la vidriera de la innovación, también Detroit sufrió el embate con no pocas marcas que dejaron de asistir. Esto llevó a los organizadores de este último a mover su fecha, desde el año próximo, del crudo invierno de enero a junio, mes en el que la primavera permitirá realizar actividades al aire libre como test drives, demostraciones e incluso propuestas recreacionales.
Indirectamente, la situación benefició a esta 112a. edición del Salón de Los Ángeles (que está abierta al público desde el viernes 22 hasta mañana en el Convention Center, en pleno "downtown" de esta ciudad), que quedó como el último salón del año y bien lejos del siguiente (Nueva York, en abril), por lo que recobró buena parte de su salud con la presencia y el interés de todas las marcas de peso en el mercado norteamericano. Así, están las alemanas (Audi, BMW, Mercedes-Benz, Porsche y Volkswagen); las japonesas (Toyota, Nissan, Honda, Subaru, Mazda, Lexus, Infiniti, Acura), las estadounidenses en pleno (Ford, Chevrolet, Buick, Lincoln, Cadillac, Dodge, Jeep, Chrysler, RAM, GMC); las coreanas (Hyundai, Kia, Genesis), más algunas inglesas (MINI, Land Rover y Jaguar) e italianas (Fiat, compartiendo stand con las otras marcas del grupo FCA, y Alfa Romeo). Todas ellas con alguna primicia, que llegaron a los 65 modelos, 25 de los cuales son de carácter mundial.
Tendencias de la industria
El inédito Ford Mustang Mach E, presentado un par de días antes que comenzara el Salón y sin duda una de las máximas estrellas de la muestra, y el Audi e-Tron Sportback, otra primicia mundial, reflejan una tendencia que cobra impulso cada vez más: la de los SUV 100% eléctricos, potentes (el Mustang tiene 459 HP y el Audi 408 CV), con gran aceleración, autonomía extendida (378 y 446 km, respectivamente) y doble tracción.
No es el único concepto que se ve en este salón respecto de los vehículos de emisión cero (Z.E.). Por un lado, está la visión deportiva de Porsche y su Taycan, del que aquí presenta por primera vez la versión 4S, la entrada de gama con 571 CV y 463 km de autonomía. Por otro, se encuentra el concept Volkswagen ID Space Vizzion, un mix entre sedán y SUV, que dicen los expertos que es el germen del futuro Passat (o como se llame en 2021) 100% eléctrico. En esta onda sedán Z.E. también se ve en esta muestra la nueva generación del Hyundai Ioniq.
Toyota, en cambio, sigue apostando fuerte por los híbridos, por lo que trajo aquí la primicia del SUV RAV4 Prime, que se diferencia del Hybrid que conocemos porque este modelo nuevo es del tipo plug-in, por lo que se lo puede enchufar, cargar la batería y usarlo solo en modo 100% eléctrico.
Camino parecido el de Honda con su modelo principal en L.A.: el viejo y querido CR-V en versión Hybrid.
Pero estamos en Estados Unidos y acá los grandes motores siguen reinando y los problemas del consumo y la contaminación todavía están un poco lejos para la mayoría de los usuarios. Para ellos, tampoco faltan modelos, como el espectacular SUV Mercedes-Benz AMG GLS 63 S equipado con un tremendo V8 4.0 L biturbo de 603 CV (acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 s) o el no menos impactante sedán "compacto" (alias coupé de 4 puertas) BMW Serie 2 Gran Coupé con un 4 cilindros en línea cuya versión M desarrolla 306 CV.
Por supuesto, no pueden faltar las pickups, que en este país están entre los modelos que más se venden: Ford, Chevrolet, RAM, GMC y Jeep muestran su mejores chatas, cada vez más grandes, lujosas y potentes. No es casualidad, en todo el mundo la tendencia es clara: las cifras de ventas de los SUV y de las pickups muestran que estos dos tipos de vehículos están en la parte superior de la pirámide automotriz.