Avanza la demolición de un gigante de hormigón, símbolo de la historia del Hipódromo de Palermo

El estacionamiento ubicado sobre la avenida Dorrego, frente al Hipódromo de Palermo, con una capacidad para albergar hasta 1000 autos, está siendo reducido a escombros. La estructura de hormigón le dará paso a un proyecto inmobiliario y parque público que “se adaptará al entorno y a las necesidades urbanas”. Con su demolición se cerrará una etapa ya que el lugar se había convertido en un símbolo de la zona sin estar ajeno a polémicas autorizaciones para su explotación y permisos otorgados en forma irregular.

De acuerdo con las estimaciones de la obra, los trabajos de demolición, que comenzaron en julio, deberían finalizar en noviembre para comenzar a darle lugar al Paseo Gigena, un espacio que conjugará un parque público elevado con un espacio gastronómico, oficinas y comercios para revincular El Rosedal y los lagos de Palermo. Se prevé que la obra estará finalizada en diciembre de 2022.

El viejo estacionamiento está ubicado en un terreno de la ciudad delimitado por las avenidas Dorrego, Freyre y Del Libertador y las vías del Ferrocarril General Bartolomé Mitre, con una superficie total de 12.406 metros cuadrados. En un 33% del espacio, de 4024 m2, se construirá el parque público elevado con senderos peatonales que se complementará con un nuevo polo gastronómico y de servicios. Para acceder allí se instalará una rampa desde la intersección de la avenida Marcelino Freyre y las vías del ferrocarril hasta la esquina de Dorrego y avenida Del Libertador. Otro 33% de la construcción será destinado a oficinas y el 33% restante, a locales gastronómicos y comerciales. La terraza del paseo será un techo verde según las especificaciones establecidas en la normativa de edificación.

El predio arrastraba una disputa judicial hace varios años. “La playa de estacionamiento originalmente fue dominio de la Ciudad, porque está dentro del Parque Tres de Febrero. Luego, la concesión del Hipódromo la tomó como parte del pliego de concesión otorgado por el Gobierno nacional. La Ciudad disputó legalmente de quién era y finalmente prevaleció esa posición y ahora se puso en marcha la reconversión”, explicaba hace algunos días el secretario de Desarrollo Urbano de la ciudad, Alvaro García Resta. El año pasado el Gobierno porteño concesionó el terreno por 15 años, prorrogables por única vez por el plazo máximo de cinco años, al Fideicomiso Dorrego y Libertador y BSD Grupo Asesor.

El proyecto surge de una articulación público-privada por lo que el tipo de locales que se instalen en el edificio y el costo del metro cuadrado lo definirá el concesionario. Aunque se estableció previamente que los comercios deberán estar orientados a servicios y no a productos porque se apunta a atraer distintos flujos de personas en diferentes horarios.

En diciembre de 2018 la Legislatura porteña aprobó la ley N° 6086 que autorizó al Poder Ejecutivo a otorgar en concesión el uso y la explotación del llamado Ámbito Gigena por un plazo de 15 años, con la posibilidad de prorrogarlo por cinco años más, el primer paso que comenzó a cambiar la historia del estacionamiento.

El terreno forma parte del Parque Tres de Febrero y pasó a engrosar los activos entregados al Hipódromo Argentino de Palermo (Hapsa SA) en 2002 cuando asumió las operaciones “sin ningún permiso oficial pero argumentando que la playa se ubicaba dentro del pliego de concesión”, según explican desde el Gobierno porteño. En 2007, antes de terminar su mandato como jefe de Gobierno, Jorge Telerman le concedió un permiso de ocupación gratuito por cinco años. Pero en 2008, Mauricio Macri firmó un decreto en el que ordenó el desalojo del predio, por considerarlo afectado de “nulidad absoluta e insanable”. Hapsa SA presentó un recurso ante la Ciudad para que se reconsiderara esa anulación, pero el pedido fue desestimado.

La operación de la llamada Playa Gigena se remonta a la década del 90, antes de la autonomía de la ciudad, cuando el Gobierno nacional entregó el hipódromo en concesión. En 1999, el entonces jefe de gobierno porteño, Fernando de la Rúa, dejó que caducara el contrato con la adjudicataria del estacionamiento.