Se posterga el proyecto de presupuesto porteño para 2022 por falta de definiciones a nivel nacional

La definición del presupuesto porteño para 2022 se encuentra estancada. La Ciudad de Buenos Aires aún no sabe cuáles serán los fondos asignados a cada área porque todavía elaboró ni envió el proyecto a la Legislatura, donde el tratamiento suele comenzar habitualmente en esta época. La presentación, año tras año, se realiza entre octubre y noviembre, pero podría haber más demoras si antes no se resuelven otras cuestiones de alcance nacional.

Como ocurrió la semana pasada con el traspaso de la finalización de las obras de dos estaciones elevadas del viaducto San Martín, el presupuesto 2022 vuelve a enfrentar a los gobiernos de la Ciudad y de la Nación, aunque en este caso, más subrepticiamente. Tampoco se trata de una confrontación como la del año pasado, cuando el recorte de los fondos provenientes de la coparticipación federal le cercenó al Ejecutivo local parte de los recursos, pero la falta de definición del presupuesto nacional le pone un freno a las aspiraciones de la administración porteña. Ese proyecto ya fue elaborado y debe ser aprobado por el Congreso de la Nación.

Por esta razón, desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la ciudad alertan que la discusión por el presupuesto 2022 será atípica y ya avisó a la Legislatura las razones de la alteración. Lo hizo a través de una carta enviada por el ministro, Martín Mura, a los distintos bloques para explicar la situación.

“Durante los últimos años desde la Ciudad hemos respetado, como referencia, las pautas macroeconómicas y el cuadro macro fiscal que establece el presupuesto nacional a través de los cuales se determinan las proyecciones de gastos y recursos, como así también el programa de financiamiento, con el objetivo de homogeneizarlas con las cuentas nacionales”, dice la nota que ingresó al palacio de Perú 130.

“Sin embargo, desde el ingreso del proyecto de ley de presupuesto al Congreso de la Nación, distintos integrantes de la coalición gobernante a nivel nacional ya han manifestado la intención de revisar y modificar el presupuesto y, como consecuencia, su cuadro macro fiscal para el próximo año. Además, el gobierno nacional ha dejado trascender su intención de implementar nuevas medidas económicas, financieras y fiscales, las cuales no están previstas en el ejercicio presupuestario actualmente en ejecución y que tendrán un significativo impacto presupuestario”, sostiene Mura.

Entre las medidas que menciona Mura ya anunciadas, o próximas a anunciarse, figuran la implementación de una nueva etapa del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la suba del salario mínimo vital móvil, el incremento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, el proyecto de ley para jubilaciones a mayores de 55 años con 30 años de aportes previsionales, y la iniciativa para condonar deudas tributarias, aduaneras y de seguridad social para entidades, clubes de barrios y sociedades de fomento, sin límites de monto.

“La cristalización de tales modificaciones y nuevas medidas alterarían radicalmente las previsiones presupuestarias para lo que queda del presente año, así como también las proyecciones estimadas para 2022. De concretarse este escenario, se verá modificado el cuadro macro fiscal y, consecuentemente, las principales variables macroeconómicas proyectadas (inflación, tipo de cambio y crecimiento), las cuales son la base de la elaboración del presupuesto de la ciudad de Buenos Aires”, se argumenta en la carta.

Coparticipación federal

Desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas sostienen que algunas de estas modificaciones impositivas afectarán directamente los recursos provenientes de la coparticipación federal de impuestos, que concentra más del 10% de los recursos totales porteños a pesar del recorte del año pasado. Además mantiene gran incertidumbre respecto a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional por los próximos vencimientos de deuda, que podrían modificar el mercado financiero al que podrían acceder el país y la ciudad.

A este escenario se suma el conflicto por el recorte de la coparticipación federal en septiembre del año pasado, por el que la Ciudad acudió a la Justicia y espera un fallo de la Corte Suprema a la demanda iniciada. La falta de resolución, apuntan en el gobierno porteño, los obliga a presentar un presupuesto de contingencia para 2022, “lo que provoca para la Ciudad una pérdida de previsibilidad en el manejo de recursos, gastos e inversiones, impidiendo, por ejemplo, concretar el plan de obras oportunamente previsto”.

Desde septiembre de 2020, la Ciudad dejó de percibir los fondos por el ajuste de la coparticipación federal que aplicó el presidente Alberto Fernández para destinar esos recursos a financiar la infraestructura de la policía bonaerense. El año se cerró con una merma de $13.000 millones y para 2021 se esperaba una quita de $52.000 millones producto de la reducción del 1,18%, pero cuando el proyecto fue aprobado por el Senado en forma definitiva la cifra ascendió a $65.000 millones. La última palabra la tendrá la Corte Suprema, que deberá responder en la causa judicial.

En este contexto, la Ciudad propuso un presupuesto para este año de $612.643,5 millones y un total de recursos por $587.568,9 millones, lo que proyecta un resultado financiero deficitario en $25.074,6 millones. “Por todas estas razones, y dada la importancia y la transparencia que revisten los presupuestos públicos, creemos conveniente postergar la presentación del proyecto de Ley de Presupuesto de la ciudad para 2022 hasta que exista una mayor claridad y certeza en lo que respecta a la conformación del cuadro macro fiscal y a las variables macroeconómicas del presupuesto nacional”, advierten desde el Ministerio de Hacienda y Finanzas.