Doble hallazgo en la Antártida
WASHINGTON (EFE).- Paleontólogos de la Argentina y de EE.UU. descubrieron los restos fosilizados de lo que se cree que son dos especies de dinosaurios desconocidos hasta ahora en dos puntos de la Antártida, según informó ayer la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU., que financió las investigaciones.
Uno de esos fósiles, de un dinosaurio carnívoro, fue descubierto en lo que habría sido, hace mucho tiempo, el fondo del mar. Se cree que pertenece a un grupo de saurios emparentados con los poderosos tiranosaurios y los más pequeños pero igualmente voraces velocirraptores, descritos en la película "Parque jurásico".
El otro conjunto de fósiles, de una especie herbívora, fue hallado en una montaña una semana después, según informó la Fundación.
Participaron en las investigaciones científicos del Museo de Paleontología de la ciudad de La Plata y de las universidades de Minot State (Oklahoma) y del Instituto Geológico de Dakota del Sur.
Los huesos y los dientes de este ejemplar han hecho pensar que representan a una población de carnívoros que sobrevivió en la Antártida más tiempo que en otros lugares, según dijo Judd Case, miembro del grupo de buscadores de dinosaurios.
Indicó que la forma de los dientes y de los huesos es característica de los terópodos, dinosaurios que caminaban sobre dos patas como las aves.
James Martin, curador de la Escuela de Minas y Tecnología de Dakota del Sur, manifestó que la forma de los huesos de una pata y los de un pie sugiere que el animal tenía una altura de entre 1,8 y 2,4 metros.
Un antiguo vergel
Los restos fosilizados del animal, que vivió en el período cretácico -hace entre 65 y 144 millones de años- se hallaron en la isla James Ross, de la península Antártica. En aquella época, el clima de la región era mucho más cálido y húmedo.
"Lo sorprendente es que estos animales con características más primitivas en general no lograron sobrevivir en otros lugares como lo hicieron en la Antártida", señaló Case. "Por cualquier razón que sea, sobrevivieron mucho más tiempo en el continente antártico", añadió.
Casi al mismo tiempo, y a miles de kilómetros, en el monte Kirkpatrick, un equipo encabezado por el investigador William Hammer, del Colegio Augustana de Rock Island, Illinois, encontró lo que se cree que es la pelvis de un saurópodo primitivo, herbívoro similar a los braquiosaurios y diplodocos.
El hallazgo ocurrió en lo que fue el cauce de un río hace millones de años y que la actividad teutónica ha convertido en montaña.
El descubrimiento fue hecho de manera conjunta por Hammer y su colega Peter Braddock cuando realizaban una búsqueda informal.
"En broma le dije que mantuviera los ojos puestos en el suelo, que buscara cosas extrañas en la roca", según relató Hammer.
"Había marcado cuatro o cinco cosas que le parecieron extrañas, incluso algunas raíces fosilizadas. Pero me di cuenta de que una de ellas era una hueso, parte de una pelvis enorme", dijo. Añadió que el hueso era mucho más grande que el correspondiente a un criolofosaurio, que Hammer había descubierto también en la Antártida en 1991.
En ambos casos los estudios realizados permiten concluir que el continente antártico ha entregado los restos de dos nuevas especies de animales que poblaron el pasado remoto de la Tierra.