Familias ensambladas, un hogar diferente
Según datos norteamericanos, en 2010 serán el tipo de unión más frecuente; en la Argentina la tendencia también crece
Hace 30 años, un grupo de amigos que terminaba la primaria sintió poco menos que una hecatombe al enterarse de que los padres de una compañera se divorciaban.
Hoy se mira hasta con cierta sorpresa a aquellos que viven con sus padres y hermanos: en ciertos ámbitos ya son mayoría los chicos que forman parte de una familia ensamblada, que resulta de la nueva unión de divorciados o separados con hijos, y supone el desafío de integrar bajo una nueva dinámica un complejo calidoscopio de relaciones. Según datos de los Estados Unidos, en 2010 este tipo de familias será el más difundido.
"Para hablar de ensamble tiene que haber progenitores y por lo tanto hijos. La idea no es la de una familia que se construye a partir de la ruptura de otra, sino de la integración de dos familias en una nueva", explica la doctora Dora Davison, médica psiquiatra especializada en terapia familiar y docente universitaria. Davison preside la Fundación Familias Siglo XXI, una organización sin fines de lucro.
"En 1995 -recuerda Davison- invitamos a los doctores Emily B. y John S.Visher, fundadores de la Stepfamily Association of America, a dictar un seminario sobre familias ensambladas. Luego se organizó una charla. Era un día lluvioso y pensamos que nadie vendría. Pero se llenó de gente, de todos los niveles sociales. Eso nos hizo percibir que las familias ensambladas enfrentaban problemáticas especiales y así formamos nuestra fundación, el capítulo argentino de la Stepfamily Association of America."
Viaje con tropiezos
Desde el momento en que dos personas deciden apostar nuevamente a la pareja y eso no supone ya simplemente el desafío del amor comienza un viaje que transitará por zonas difíciles, especialmente al principio. Por eso el divorcio puede ser aún más frecuente entre las parejas que intentan una segunda o tercera unión.
"Son familias más complejas, porque hay más personas involucradas en las interacciones y decisiones -afirma-. Comienzan después de muchas pérdidas y cambios, y tanto niños como adultos traen expectativas de sus familias anteriores. Los hijos son miembros de dos hogares y hay un padre biológico en otro lugar o en la memoria. Es importante captar estos sentimientos en los chicos, ayudarlos a hablar y no evitar la tristeza."
Sin embargo, la experta añade que la incomodidad puede volverse una ventaja con el tiempo: el ir y venir de los niños entre dos casas permitirá que la pareja disfrute más a solas.
"Para los chicos, adaptarse a distintas situaciones es algo que favorece su capacidad de negociar, desarrollar y mantener relaciones, además de una mayor confianza en sí mismos y más flexibilidad y creatividad."
La Fundación Familias Siglo XXI forma profesionales y asiste a parejas y familias para prevenir y abordar dificultades de divorcios y ensambles. La entidad también visita escuelas, proyecta películas y organiza debates, además de editar publicaciones. Aunque no gratuitas, las actividades son accesibles (se paga un bono contribución, informes: 011-4829-1371/familiasiglo212@yahoo.com.ar).
Si bien cada familia crea su propia dinámica, existen algunas reglas por seguir. "Especialmente durante el primer tiempo -aconseja Davison- la disciplina en la casa debe aplicarla el progenitor presente. Eso no quita que los nuevos cónyuges consulten, pero lo importante es que sea el propio padre o la madre (según quién viva en la casa) el que comunique las decisiones."
La psiquiatra afirma que cuanto más chicos son los hijos más sencillo es el ensamble; cuando hay adolescentes el desafío puede ser mucho más difícil. Y contra lo que podría parecer, advierte Davison, ocupar el lugar de madrastra (una palabra que la literatura infantil volvió odiosa) y convivir con los hijos del nuevo marido puede ser muy bueno. "Es muy probable que esos chicos ganen intimidad pronto -dice-, mucho más que si los viera una vez por semana."
Uno de los secretos para que la familia ensamblada se integre mejor es que los adultos sepan crear relaciones de a dos: por ejemplo, alguna salida (desde cine hasta ir al súper) del padre o la madre con cada uno de sus hijos e hijastros. Así, se aumenta el sentido de pertenencia.
Los expertos desaconsejan que los padrastros o madrastras critiquen al padre o la madre biológica, aunque sus actitudes disten de ser ideales.
"Los esposos se divorcian, los padres no -dice Davison-. La hostilidad crónica, las disputas que involucran a los niños, la falta de responsabilidad y el vivir echándose culpas son factores que atentan contra los chicos. Esta clase de divorcios es la que puede dañar, no el divorcio en sí."
Divorciarse bien del ex cónyuge es una de las claves para el futuro de una familia ensamblada. "La idea es que los adultos se pongan de acuerdo -dice la psiquiatra-, y lograr una suerte de coalición de padres, que incluya a los biológicos y los padrastros." En el mapa de una familia ensamblada, un nuevo hijo suele ser sinónimo de alegría. "El bebe une -concluye-, porque es algo que todos tienen en común."
Matrimonios y algo más
- En la Argentina no hay estadísticas sobre familias ensambladas. Sin embargo, los especialistas afirman que en las últimas dos décadas aumentaron las uniones de hecho, especialmente en sectores de mayores ingresos. Según el Indec, en 1989 la proporción de nacimientos fuera del marco matrimonial era del 29,5%, cifra que se elevó al 47% en 1996. En los Estados Unidos, el 75% de los divorciados se vuelve a casar o se une de hecho. En Inglaterra, uno de cada tres casamientos es un rematrimonio. Y en Francia, a comienzos de los 90, llegaban a un millón los menores de 25 que convivían con un padrastro o una madrastra.
Mitos y verdades
Integración: en general se piensa que la familia ensamblada se integrará rápidamente. Sin embargo, es un proceso que lleva entre 4 y 7 años, que suele reducirse si los niños son pequeños.
Diferencias: ¿la familia ensamblada es igual a la del primer matrimonio? No. Cada una tiene características propias; desconocer las diferencias causa conflictos y riesgo de un nuevo divorcio.
Amor: usualmente se cree que el amor surge instantáneamente, pero hace falta tiempo y experiencias compartidas para que crezcan las relaciones y surja el cariño.
Madrastras: es un viejo prejuicio el de pensar que son malvadas. Así como hay muchas clases de madres, también hay muchas clases de madrastras.
Hijos: ¿cuando los padres se vuelven a casar dañan a sus hijos para siempre? No. Las estadísticas demuestran que sólo un tercio no se adapta. En ese caso, es necesaria ayuda terapéutica.
Viudos: se suele decir que si el nuevo casamiento ocurre luego de enviudar en lugar de divorciarse, las relaciones serán más fáciles. Sin embargo, para muchos chicos el nuevo matrimonio puede sentirse como una traición al progenitor que murió.
Visitas: ¿es más fácil la integración si los chicos no ven o ven poco al padre con el que no conviven? No. Si no ven a su padre o a su madre lo idealizarán, y esto dificulta más la relación con el padrastro o la madrastra.