Llegó a término el primer ternero clonado por científicos argentinos
A pesar de que falleció durante el parto, estaba totalmente formado y sus órganos eran normales
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Inesperadamente, a fines de enero, el equipo de investigación de Biosidus -que hace algo más de nueve meses, por primera vez en América latina, logró clonar terneros a partir de células adultas- tuvo que trasladarse de urgencia al campo.
La vaca de raza Jersey que se encontraba en más avanzado estado de gravidez había comenzado a tener síntomas de parto inminente, dos semanas antes de la fecha prevista, que era el 11 de este mes.
Como se había convenido de antemano, fue sometida a una cesárea, pero, a pesar de los esfuerzos de reanimación y de que estaba completamente formado, el ternerito falleció durante el parto.
"Nació antes de tiempo, el 28 de enero -cuenta Carlos Melo, de Biosidus, la empresa de biotecnología argentina responsable del logro-. No hay ninguna razón en particular y no se sabe por qué sucede. Es algo que figura en la bibliografía internacional y que ocurre en un número importante de casos. Y aunque fueron sólo dos semanas, cuando se trata de bovinos, y más en un animal clonado, es un período crítico porque en esos días termina de madurar el tejido pulmonar. Según los que saben, un adelanto semejante suele ser mortal."
Más allá del lógico pesar, los científicos y técnicos de Biosidus hacen hoy un balance muy positivo de esta experiencia: en apenas un año de trabajo lograron dominar la técnica de la clonación y cumplir todos los pasos que permiten producir un animal totalmente formado.Y ya están preparados para seguir adelante.
"El trabajo de los seis o siete grupos de investigación que intervinieron a lo largo de todo el proceso fue realmente de primera -afirma Melo-. Lo otro... bueno, estaba dentro de las posibilidades. Es común, pasa, los clones son animales más grandes de lo normal, no está muy claro por qué. Aparentemente, por eso el trabajo de parto se desencadena por adelantado. Los animales no están maduros pulmonarmente, y entonces no llegan a sobrevivir. Teníamos preparado todo para hacer la maduración pulmonar (por medio de fármacos), para que los pulmones pudieran realizar la transferencia de oxígeno correctamente, porque si no, aunque llegara a respirar, la sangre no se iba a oxigenar como corresponde. Pero cuando la naturaleza dice que no..."
Clon, ciento por ciento
El ternerito clonado se había producido insertando el núcleo de una célula de toro Aberdeen Angus (un fibroblasto de la oreja) en un óvulo bovino. El embrión resultante fue incubado durante algo más de una semana antes de transferirlo a la vaca portadora.
"Se gestó como corresponde y llegó a tener todos sus órganos y tejidos -explica Melo-. Después del nacimiento, se realizaron los estudios genéticos e histopatológicos. Era normal, anatómica y fisiológicamente. Sólo tenía lo que se conoce como hígado graso, algo también habitual en estos animales. Las pruebas muestran de manera indudable que era un clon. Mandamos muestras con varias trampas cruzadas (una muestra del toro original, dos del ternero, dos de la madre nodriza y una del hijo biológico del toro) para tener la certeza, y los resultados fueron irreprochables. Indican una identidad del 99,95%(el 100% es imposible). Sobre 16 regiones del ADN que se estudiaron, las 16 coinciden. Es decir, la probabilidad de que por casualidad haya habido un error es de 5 en 10.000."
Ahora, según el científico,el programa continúa como estaba planeado. "Lo primero era hacer una prueba de concepto -dice-, demostrarnos que éramos capaces de hacer la clonación. Y lo logramos. Sabíamos que el mes de riesgo máximo aproximado es el tercero. Cuando llegamos al quinto o sexto mes de preñez con este clon, ya estábamos seguros de que podíamos conseguir otras preñeces de las mismas células, porque el 90% se pierde en las primeras doce semanas."
De acuerdo con su plan de trabajo, que prevé clonar vacas transgénicas capaces de producir hormona de crecimiento humana, el equipo de Biosidus ya tiene otra decena de preñeces en marcha.
"Probamos distintas líneas celulares. Con algunas no nos resultó, pero cuando cambiamos la línea celular empezamos a obtener preñeces. En este caso, empleamos células diferenciadas, pero fetales. El animal más avanzado tiene 103 días de gestación", explica Melo.
Si tienen éxito, las vacas clonadas y modificadas genéticamente serán capaces de producir entre 15 y 20 litros de leche diarios, 200 días por año. Cada litro de esta leche podría contener hasta cinco gramos de hormona de crecimiento, lo que daría 100 gramos diarios.
Como afirmó el doctor Lino Barañao, investigador del Conicet, cuando se dio a conocer el proyecto, "si se piensa que los únicos insumos serían el pasto y el agua, y que las dosis de medicamento son del orden de los microgramos, el proceso resulta enormemente eficiente. Bastarían dos o tres vacas para abastecer la demanda mundial de hormona de crecimiento. Es decir que entre una vaca que produce una proteína recombinante y una gallina que produce huevos de oro, es más conveniente la vaca".
La misma técnica, por otra parte, podría utilizarse para la preservación de animales en vías de extinción o para preservar el patrimonio genético local. Basta con conservar una célula para reconstruir un animal.
"Esta fue una prueba de que nuestra receta andaba ... y llegamos al parto. La moneda cayó del otro lado, pero es chance . Significa que dominamos la tecnología, lo que es notablemente exitoso. Ahora es cuestión de repetir. Estamos en un nivel avanzado. Pero tenemos que ir paso a paso."



