Los caminos ocultos del tabaco
Una breve exposición a bajos niveles de nicotina, tan pequeña como la que proporciona un solo cigarrillo, puede producir cambios duraderos en las áreas de recompensa del cerebro, informaron dos científicos de la Universidad de Chicago en el número de este mes de la revista Neuron.
Los investigadores descubrieron que la nicotina utiliza un mecanismo que interviene en la memoria y el aprendizaje para fortalecer las conexiones entre un grupo de células nerviosas sensibles a la droga y otras que registran sensaciones placenteras.
Según los científicos, la primera exposición a la nicotina puede dejar una huella que amplifica los efectos placenteros de la droga -y dispara el deseo de repetir la experiencia-. La nicotina altera las conexiones entre las neuronas utilizando un proceso similar a los mecanismo celulares que subyacen a la creación de un recuerdo. "De esta forma -afirmaron los autores del trabajo-, el cerebro cree que la nicotina es beneficiosa y recuerda las sensaciones que causa."
Los investigadores esperan ahora que este estudio sugiera nuevos y más precisos blancos para las drogas diseñadas con el fin de bloquear la adicción al tabaco. El efecto reforzado de la nicotina es la razón principal por la cual las personas no pueden abandonar el cigarrillo a pesar de las advertencias de que fumar produce cáncer, infarto, enfisema, bronquitis, cataratas, impotencia y muchos otros problemas de salud.