Nueva teoría sobre el origen del ser humano
NUEVA YORK (The New York Times).- En un nuevo estudio sobre los orígenes de los humanos modernos, un científico estadounidense descubrió lo que, según afirma, sería evidencia para dar una nueva forma a la teoría prevalente del origen africano, incluyendo la posibilidad de que los genes de nuestros ancestros, los neandertales y otras especies, aún vivan en los humanos.
Los hallazgos no socavan la teoría del "origen africano", que sostiene que existió una migración inicial, relativamente moderna, de ancestros humanos desde Africa hacia Asia y Europa. No obstante, los descubrimientos sí dejan entrever que hubo al menos dos migraciones en vez de una sola: la primera, hace aproximadamente medio millón de años; la segunda, hace cerca de 100.000 años.
Los dos vínculos evolutivos con Africa están grabados en los genes de personas contemporáneas. Sin embargo, el estudio también detectó otra traza de historia familiar en los genes del Homo sapiens moderno: en sus migraciones, los individuos más modernos de Africa deben de haberse mezclado un poco con los menos modernos que encontraron.
De ser correcta, esta nueva teoría implica que -contrariamente a lo que se creía- los recién llegados del Africa no reemplazaron por completo a las poblaciones locales, y los neandertales de Europa y Asia occidental, así como los prehumanos que se encontraban a lo largo de Asia, escaparon de la extinción total. Esto equivaldría a que unos cuantos neandertales deben sobrevivir en europeos y gente de origen europeo, y que unos pocos genes de algunos descendientes del Homo erectus deben de haber sobrevivido en los asiáticos.
Las nuevas investigaciones fueron realizadas por Alan R. Templeton, biólogo poblacional de la Universidad Washington y se publicaron en la revista Nature.
"Es convincente", opinó John H. Relethford, antropólogo de la universidad estatal de Nueva York.
La mayoría de los estudios previos sobre la evolución del hombre moderno ha estado confinada a uno o dos árboles genéticos. Templeton incluyó estos dos con otras ocho fuentes de ADN analizadas usando un programa informático desarrollado con la ayuda de David Posada y Keith Crandall, ambos de la Universidad Brigham Young.
De las diez líneas de ADN que se tienen como evidencia, dijo Templeton, ocho muestran trazas de un período que se remonta a más de 100.000 años de antigüedad (antes del inicio de la migración más reciente originada en Africa). Asimismo, esas ocho regiones genéticas producen datos significativos, que son incompatibles con un modelo de reemplazo genético total por humanos no modernos.
Si el pueblo más antiguo hubiera sido arrasado y reemplazado, explicó Templeton, las firmas genéticas de una migración más antigua, así como de un gen recurrente más antiguo, no se estarían manifestando en los estudios de personas actuales provenientes de diversas partes del mundo.
Templeton dijo que los resultados al parecer concordaban con predicciones recientes, en el sentido de que aproximadamente el 90%de los árboles genéticos de los humanos tiene su raíz en Africa. La investigación "pone énfasis en que ese cambio genético entre poblaciones, facilitado por el flujo de genes y por mezclas entre éstas, ha sido una de las principales fuerzas en la conformación de las especies humanas", concluyó.
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