Un nuevo rival para el Viagra
En octubre llegará al país el clorhidrato de apomorfina
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"Nadie toma apomorfina por placer." William Burroughs ("El almuerzo desnudo", 1959)
Como se desprende de sus palabras, este célebre escritor norteamericano no sospechaba, hace algo más de cuarenta años, que el clorhidrato de apomorfina llegaría a ser un aliado de la sexualidad masculina. Por aquel entonces era usado para provocar el vómito en casos de envenenamiento y para la desintoxicación de los adictos a la heroína o la morfina.
Sin embargo, con el tiempo, los médicos notaron que las grandes dosis de apomorfina empleadas causaban no sólo vómitos, sino también erecciones, un efecto colateral que poco y nada colaboraba con los fines de estas terapias. Ya en los noventa, la industria farmacéutica decidió probar si con dosis menores se obtenía el mismo efecto colateral, pero sin vómitos. Y así fue.
Recientemente, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó el uso de pastillas sublinguales de 2 y 3 miligramos de esta droga para el tratamiento de la disfunción eréctil, un trastorno que afecta a dos millones de varones argentinos.
Este fármaco, que llegará a las farmacias en octubre para disputarle al sildenafil (popularmente conocido como Viagra) un mercado de dos millones de pesos mensuales, presenta importantes diferencias con respecto a su rival. Quizá la más llamativa sea que le bastan tan sólo 18 o 19 minutos para hacer efecto, y no una hora.
Otra diferencia relevante es que, al no actuar directamente sobre el sistema circulatorio, la apomorfina puede ser utilizada por varones que toman medicamentos vasodilatadores.
"Es que a diferencia del sildenafil, que actúa en forma periférica, la apomorfina es la primera droga para la disfunción sexual masculina que actúa a nivel del sistema nervioso central, sobre los mecanismos que producen la erección", afirma el doctor Adolfo Casabé, médico de planta de la División Urología del hospital Durand.
Pero, y en esto sí es igual al sildenafil, con tomar esta píldora no basta. "Es necesario complementarlo con el estímulo sexual -dice Casabé-, algo que es indispensable en el tratamiento de cualquier disfunción eréctil."
Aunque en los ensayos clínicos de los que participaron más de 5000 pacientes no se observó ninguna reacción adversa importante, la apomorfina no está libre de efectos secundarios ni de contraindicaciones.
Náuseas, dolores de cabeza y mareos fueron los más frecuentes dentro de los primeros. "En cuanto a sus contraindicaciones -enumera Casabé-, no puede ser tomado por pacientes con angina de pecho inestable o insuficiencia cardíaca severa, que sufren frecuentemente lipotimias o que han tenido un infarto de miocardio en los últimos 3 meses."



