"Vivimos en una época de euforia reproductiva"
Entrevista con el doctor Aníbal Acosta
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A los 72 años, el doctor Aníbal Acosta asegura que "en esta etapa de la vida el currículum es al ego lo que el Viagra a la sexualidad". En pocas palabras, está convencido de que ya no es necesario andar agregando renglones a su carta de presentación profesional y que, "así como una mujer de 65 está más en condiciones de ser abuela que de embarazarse, un hombre mayor no tiene por qué pretender una sexualidad igual que la de los 40".
Acosta es cordobés, pero dejó la Argentina en 1975 para radicarse en los Estados Unidos, donde se convirtió en profesor emérito de la Eastern Virginia Medical School, uno de los centros de referencia mundial en fertilización asistida.
Miembro correspondiente nacional de la Academia Nacional de Medicina, profesor honorario de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Universidad Nacional de Córdoba y autor de más de 300 trabajos científicos, presidirá desde el domingo el XII Congreso Mundial sobre Fecundación in Vitro y Reproducción Molecular al que asistirán, en Buenos Aires, más de 1200 científicos de todo el mundo.
-En los últimos años, la reproducción asistida avanzó al punto de que hoy muchas mujeres de 50 o 60 años tienen hijos mediante estos métodos...
-Bueno, creo que estamos pasando por una época de euforia reproductiva, de una novelería por la reproducción. Desde fines de los años 70 comenzó una etapa en que muchas parejas que no podían procrear en épocas de la vida en que habitualmente se tienen hijos, pudieron hacerlo. Ahora me parece que en muchos casos se quiere forzar la reproducción. El solo hecho de que exista una técnica no implica que se pueda probar a cualquier edad.
-¿Pero no hay un sector poco serio de la ciencia que promueve esta tendencia?
-La ciencia siempre es seria. Los que no son serios son algunos científicos.
- ¿Qué aportes realizó el desciframiento del genoma humano a la reproducción asistida?
-Muchos. Para citar un ejemplo simple, antes hablábamos de la morfología del óvulo, y ahora ya avanzamos sobre cuáles son las condiciones genéticas que lo hacen apto para ser fertilizado. Además, ya estamos en una segunda etapa, que no es la del genoma, sino la del proteoma.
-¿Para qué sirve estudiar las proteínas que se expresan en las células?
-Antes pensábamos que por cada gen se sintetizaba una proteína, y que la mutación de un gen provocaba la aparición de determinada enfermedad. Pero hoy existe otra ciencia, la proteómica , que estudia cómo se genera una proteína por interacción entre diversos genes. Y ahora sabemos que esto puede dar lugar a que aparezcan proteínas anormales. Es decir, es más importante la variación proteica que la génica.
-En genética y reproducción las discusiones de tipo ético están a la orden del día. ¿Usted piensa que en ciencia el fin (por ejemplo, encontrar la cura para una enfermedad utilizando la clonación) no justifica los medios (por ejemplo, descartar embriones)?
-No es cierto que el fin no justifica los medios. Si usted necesita sacrificar dos embriones para curar el cáncer, ¿no lo va a pensar dos veces? Seguramente sí, y esto no es lo mismo que matar embriones a mansalva. Por suerte, las discusiones en el campo de la bioética siempre han existido y los médicos no han dado pasos sin haberlos considerado desde ese punto de vista. A veces hay intereses o éticas contrapuestas, como las de la medicina, la Iglesia, cierta parte de la sociedad. Pero la ética, por suerte, es la más movible de todas las ciencias.
-¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta hoy la reproducción asistida?
-Uno de los problemas son los embarazos múltiples, porque tenemos que transferir varios embriones. En algún momento vamos a contar con un método diagnóstico que permita saber que un embrión no está calificado para ser implantado. Hasta ahora, podemos saber si es bueno para fertilizar, pero no tenemos métodos para determinar su aptitud.
-¿Transfiriendo embriones sanos se puede garantizar que no aparezcan enfermedades?
-Si un individuo es portador de un gen que predispone a cierta enfermedad debemos vigilarlo y controlarlo, pero nunca podemos garantizar que no se enferme, porque enfermarse es algo complejo, que tiene que ver con lo social, el medio ambiente y otros factores.
-¿Cree que esa novelería de la reproducción va a declinar?
-Sí, creo que en el futuro las técnicas se van a utilizar sólo para ayudar a las parejas que no puedan tener hijos durante las etapas de la vida en que siempre ocurrió, y que las madres-abuelas no van a ser tan frecuentes. La mujer y el hombre tienen que aprender a vivir sus edades. El secreto de la felicidad consiste en vivir a pleno los años que uno tiene.
Acceso
- Según el doctor Claudio Chillik, integrante del comité ejecutivo del congreso, "en la Argentina se hacen alrededor de 3000 tratamientos de fecundación in vitro por año, pero la única manera de acceder a ellos es con medios económicos, lo cual los hace "elitistas y discriminatorios", a diferencia de lo que ocurre en Europa. El costo actual de un tratamiento de este tipo en el país es de alrededor de 4000 pesos.



