Todas las personas, en especial las más emprendedoras, buscan incrementar su eficacia en pos de mejorar su vida y obtener cada vez mejores resultados. Aquí un fragmento de la guía para superar los propios límites.
El modelo tradicional de liderazgo está migrando hacia uno nuevo, más humano, que no solo se desarrolla en torno a la influencia, sino que pone énfasis en el crecimiento y desarrollo tanto individual como colectivo de las personas, donde el líder pone el foco en ayudar a los demás, principalmente a sus colaboradores más cercanos, llevándolos a crecer hasta superar sus propios límites.
Un libro propone un recorrido por el camino hacia el máximo potencial a través de 11 principios irrefutables que permitirán elevar tu nivel de eficacia y hacer crecer tu organización y tu vida exponencialmente.
Antes de comenzar con Las 11 llaves que abren las puertas de la prosperidad, la abundancia y la plenitud (Del Fondo Editorial) debemos sentar las bases sobre las cuales se construye la prosperidad, y estas son la combinación de nuestra actitud con el conocimiento exacto de lo que queremos lograr (precisión de objetivos). La actitud correcta en toda circunstancia nos conducirá a ser eficaces tanto en nuestras decisiones como en nuestras acciones y la abundancia será nada más que un simple trámite producto de las cosas bien hechas.
Luego de adoptar dicha actitud veremos qué es exactamente la eficacia, cómo buscarla y aprenderemos cómo podemos evaluarnos con el fin de saber dónde estamos parados y qué podemos hacer para convertirnos en personas más eficaces. Pero primero trataremos en detalle la actitud, que es la piedra angular, el verdadero cimiento de la prosperidad.
Atracción y repulsión
La actitud mental positiva (AMP) permite que ciertas personas alcancen logros impresionantes, llevándolas hasta la cima y manteniéndolas en dicha posición durante toda su vida. Por otro lado, la actitud mental negativa (AMN) hace que el resto de las personas se queden enterradas en un mundo de mediocridad y escasez, apenas sobreviviendo sin poder gozar plenamente de este hermoso regalo llamado vida.
El conocido aforismo “querer es poder” es totalmente valido con respecto a la AMP, ya que aquellos que creen que pueden, repelen todo lo negativo. Por el contrario, quienes no creen poder, repelen todo lo positivo mediante el uso de su AMN. Tienes todo por ganar y nada que perder si decides incorporar a tu vida esta primera llave: la actitud correcta para ser eficaces en toda circunstancia.
La actitud nos hace títeres o titiriteros
La mayoría de las personas se consideran a sí mismas “títeres” o “marionetas” manejadas por un señor perverso y caprichoso llamado “destino” que parece tener todo preparado para hacerles la existencia menos soportable. Lamentablemente estas personas son aquellas a las que la abundancia les lleva varios kilómetros de ventaja y nunca pueden alcanzarla.
¿Te consideras un títere del destino? Piénsalo por un momento antes de contestar, si es necesario cierra por unos instantes tus ojos y recuerda las circunstancias vividas en el pasado, y pregúntate:
- ¿Por qué no tengo la prosperidad que merezco?
- ¿De quién es la culpa de que mi vida transcurra plagada de dificultades y carente de recursos y nunca pueda disfrutarla a pleno?
- Si quieres ser realmente alguien con plenitud debes aprender este secreto: las personas sumamente dichosas nunca les echan la culpa a factores externos a sí mismas, por el contrario, se hacen responsables cien por ciento de los vaivenes que la vida les presenta. En contraposición, el resto de la gente culpa a todo y a todos aquellos que se hallan a su alrededor, menos a sí mismos.
En mis seminarios frecuentemente se encuentran algunas personas que se consideran fracasadas, al menos en alguna faceta de su vida. Al terminar la disertación se acercan y me preguntan: ¿Por qué no he alcanzado la prosperidad hasta ahora? ¿Por qué parece que siempre se aleja de mí y me resulta imposible alcanzarla? De inmediato, les contesto con otra pregunta: ¿Qué crees tú, por qué no lo has conseguido aún?
Lo más sorprendente es la similitud de las respuestas, que, por lo general, suelen ser siempre las mismas: su entorno, educación, pobreza, falta de apoyo, políticos corruptos, economía deficiente, en fin, un sinnúmero de excusas que los hace sentir autocomplacientes con su miseria y conformes con su falta de acción.
Lanzando una moneda al aire
Tu actitud proviene de tu mente y de esta surgen los pensamientos que luego se traducen en sentimientos que derivan en tal o cual actitud. Por lo tanto, la manera de cambiar tu actitud es sin duda modificando tus pensamientos. Fácil de decir, pero difícil de hacer. ¿Por qué? Muy sencillo, porque te comportas con respecto a tu actitud como si lanzaras una moneda al aire, la cual tiene en una cara grabada las siglas AMP y en la otra AMN. En otras palabras: dejas librado al azar y la fortuna cuál será tu actitud ante determinada circunstancia. No eres más que un simple apostador que deja su futuro en una mesa de juego, en este caso el de la vida.
Las personas prósperas son conscientes de esta clave y procuran colocarla del lado correcto, y en cuanto se pescan a sí mismas con la moneda al reverso la vuelven al lado correcto inmediatamente. ¿Cómo lo hacen? Simplemente controlando sus pensamientos, cambiando sus diálogos mentales, evitando que se traduzcan en sentimientos negativos con su posterior acción contraproducente.
Muchas veces las personas comienzan con una AMP que dura solo hasta que sufren el primer contratiempo importante, a partir de ahí pierden la fe en ella y la abandonan. La abundancia está disponible y al alcance de la mano solo para aquellas personas que a pesar de los contratiempos lo siguen intentando con su AMP intacta.
Algunas personas parecen utilizar siempre la actitud correcta, es decir en forma permanente pase lo que pase, otras la mantienen mientras las cosas salen bien y luego la abandonan, pero la gran mayoría de la gente nunca llega a conocer el verdadero poder de una AMP porque ni siquiera la utilizan en sus mejores tiempos.
La AMP es el catalizador que, al utilizarla junto a las otras diez LLAVES, y en especial con la búsqueda de la eficacia en todas sus acciones, lo conducirán a la plenitud tan ansiada.
Muy bien, ya tenemos en claro que sin una AMP nunca podremos ser verdaderamente eficaces en lo que decidamos y hagamos; por lo tanto, tampoco alcanzaremos a ese tan esquivo personaje que denominamos éxito. Él siempre se alejará de nosotros. Ahora, con la actitud correcta en nuestra vida examinemos en detalle el concepto de eficacia y veamos cómo podemos conseguirla.
La persona eficaz
Todas las personas, y en especial las más emprendedoras, buscan en gran medida incrementar su eficacia en pos de mejorar su vida y obtener cada vez mejores resultados, tanto para sí mismos como para quienes los rodean. Tú eres una de estas personas, pero… ¿Sabes qué significa ser más eficaz en tu vida? ¿Tienes idea de cómo puedes medir tu eficacia? ¿Conoces las herramientas disponibles para aumentar tu nivel de eficacia? Estas preguntas intentaremos develarlas en este capítulo, antes de introducirnos de lleno en Las 11 llaves que abren las puertas de la prosperidad, la abundancia y la plenitud.
La mayoría de los estudios realizados sobre el tema durante las últimas cinco décadas valoran la eficacia según las consecuencias resultantes de las acciones, tanto de las personas como de sus allegados, además de otras partes interesadas de su entorno. Se han considerado una gran diversidad de resultados, pero entre los más importantes podemos citar los siguientes:
- Comportamiento individual.
- Comportamiento grupal.
- Preparación de uno y de su entorno para afrontar los retos (por ejemplo, las crisis).
- La satisfacción de quienes lo rodean con respecto a uno.
- El nivel de compromiso.
- El crecimiento personal y el desarrollo de los talentos.
- La más importante: el cumplimiento de las tareas y la consecución de los objetivos y metas que se haya propuesto.
Una forma sencilla de medir tu eficacia actual es hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Satisfaces las necesidades de la gente que vive o trabaja contigo?
- ¿Tus allegados te estiman, te admiran y te siguen sin dudar donde te dirijas?
- ¿Ellos están verdaderamente comprometidos con apoyarte en pos de lograr tus objetivos?
- ¿Eres capaz de incrementar la unión, la cooperación y el trabajo en equipo de tu gente?
- ¿Eres eficaz a la hora de motivar a los demás?
- ¿Fomentas la sinergia producto del pensamiento en equipo para la resolución de problemas?
- ¿Estás predispuesto a afrontar los cambios sin temor al error y enfrentar con ánimo y holgura los momentos de crisis?
- ¿Eres capaz de mantener e incluso incrementar la confianza?
- ¿Ayudas a descubrir, desarrollar e incrementar el talento de tus colaboradores, mejorando constantemente sus competencias?
- ¿Contribuyes al desarrollo psicológico y crecimiento personal de tus colaboradores más cercanos?
Si al contestar todas las preguntas la respuesta es negativa en más de dos de ellas, necesitas incrementar la eficacia de tu vida, si quieres realmente obtener resultados extraordinarios y convertirte en una persona sumamente próspera.
Empleo eficaz del tiempo
El tiempo, como todos sabemos, es el recurso más limitado que posee el ser humano; por lo tanto, un empleo eficaz de este aumentará el rendimiento en todos los aspectos de tu vida y, por supuesto, en tu lugar de trabajo.
Lo primero que debes lograr para gestionar con eficacia el tiempo, es saber exactamente qué quieres conseguir. Para eso deberás contar con metas bien definidas.
Por otro lado, es prioritario determinar la importancia de cada tarea, para así planificar el uso del tiempo, asignando los horarios del día de mayor eficacia y energía a la realización de estas.
No es fácil gestionar eficazmente el tiempo si no se sabe exactamente en qué se emplea en realidad. Una observación somera demostró que la mayoría de las personas desconocen la cantidad aproximada de tiempo que dedican a cada actividad. En este punto se recomienda llevar una especie de diario o bitácora durante un mes, en donde se asienten todas las actividades en bloques de 15 minutos.
Es indispensable hacer hincapié en anotar las pérdidas de tiempo (actividades sin importancia, tiempos muertos, esperas, demoras, interrupciones innecesarias, reuniones interminables, búsqueda de papeles extraviados, etc.). Luego es fundamental dedicarse a la reflexión y al análisis de la información, para determinar qué cambios se pueden hacer para maximizar nuestro tiempo, ya sea eliminando, cambiando, combinando o aumentando actividades específicas.
Planificación diaria eficaz del tiempo
La experiencia ha demostrado que las personas más eficaces son aquellas que realizan una más precisa y detallada planificación diaria. Pero te preguntarás: ¿Cómo es la planificación que realizan las personas más eficaces? La respuesta te la daré en forma de recomendación de cómo deberías planificar tus actividades.
- El primer paso es realizar una detallada lista de tareas ordenándolas según su nivel de prioridad, es decir, primero lo urgente, luego lo importante y al final el resto de las actividades.
- Luego, combinar esta lista de tareas prioritarias con un calendario de las reuniones ineludibles y con la agenda general.
- Después, planificar la agenda del día siguiente, antes de terminar el presente día. Esto es muy importante y la mayoría de las personas fallan al dejar para mañana esta planificación.
- Es muy importante reconocer que, en general, las personas (en especial las más ocupadas) disponen de menos tiempo del que necesitan para la realización de todas las tareas, por lo cual la postergación es inevitable.
- Asegúrate de hacer las tareas más urgentes primero y luego las difíciles o poco deseadas, ya que son las que probablemente se postergarán. De esta manera se puede delegar o posponer el resto de las tareas, que sin duda serán las de menor importancia y las más fáciles de realizar.
- Es recomendable alinear el trabajo por similitud de realización. Por ejemplo, todo lo que sea mediante el teléfono debe hacerse junto, todo lo que requiera salir de la oficina también; es decir, las tareas similares organizarlas para realizarse siempre agrupadas, de esta manera se automatiza el trabajo y no se pierde tiempo pasando de una actividad a otra.
- Para las tareas largas y complejas es recomendable dividirlas en partes más pequeñas y simples.
- Reservar tiempo para la planificación de tipo reflexiva es otra de las pautas fundamentales para la maximización de la eficacia en el manejo de este. Por cada diez minutos de tiempo que inviertes en planificación y reflexión, ahorras no menos de una hora de trabajo y ejecución.
El manejo eficaz del tiempo y la resolución de problemas
Una de las actividades más frecuentemente realizadas por los seres humanos es la resolución de todo tipo de problemas, para lo cual deben dedicar grandes cantidades de tiempo. La eficacia de la persona depende en gran medida de la efectividad en el análisis y la ejecución de propuestas para solucionar inconvenientes.
A modo de sugerencia podemos delinear puntos específicos que resultarán claves para manejarse en la resolución de problemas de forma más rápida y eficaz:
- Identificar qué problemas tienen solución y cuáles no: es indispensable evaluar si un problema puede resolverse en un lapso razonable y con los recursos que se disponen sin excederse en los límites ocasionando un problema nuevo (por ejemplo, el económico).
- Si el problema tiene solución debe iniciarse la acción inmediatamente. Si por el contrario no es razonable su resolución en tiempo o recursos, es necesario postergar indefinidamente la acción o incluso eliminarla.
- La gran mayoría de los problemas suelen estar relacionados mediante un complejo sistema de causas y efectos. La persona que desea ser sumamente eficaz y próspera debe analizar estas causalidades y buscar la relación existente entre dos o más situaciones, de manera de reconocer qué problema, al solucionarlo, deriva en la resolución de otro u otros problemas más.
- Ante problemas graves (por ejemplo, una crisis), los que dependen de ti esperan que tomes una actitud más firme que de costumbre y hasta un tanto autoritaria. El sentir que está decidido y saber exactamente qué hacer genera tranquilidad y confianza, ambos elementos indispensables para sortear situaciones muy complicadas.
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