Ahora hay reglas claras
Propusimos esta ley convencidos de que logra fortalecer tres aspectos centrales de la revalorización del docente y de la escuela pública: la calidad educativa, la igualdad de oportunidades y la estabilidad laboral. El sistema de designación y clasificación no funciona, y el procedimiento previsto por el estatuto en la materia debía modernizarse.
Los docentes son actores claves en el proceso educativo, y el fortalecimiento de su rol es imprescindible para alcanzar la calidad y la inclusión que queremos. Desde esa perspectiva, es el Estado el único garante de la igualdad de oportunidades y el responsable de que los maestros tengan las herramientas equitativas para capacitarse.
La ley modifica la formación docente: inscripción vía web, legajo único digital y ningún interés sectorial corporativo que influya sobre los mecanismos de clasificación. En síntesis, un sistema más moderno, transparente y equitativo.
Durante el tratamiento de la ley, sufrimos niveles de violencia consentidos por los sectores gremiales, que no pueden ser admitidos en la vida democrática. Esta ley plasmó lo que la comunidad educativa reclamaba a viva voz: que el Estado garantice reglas claras en la capitación y el progreso de los docentes, para que nuestros hijos egresen de la escuela pública con las herramientas necesarias para desarrollarse en el siglo XXI.
Diputado por Pro
Enzo Pagani