Banksy, el Superman del arte urbano, protagoniza una persecución internacional que llegó hasta Buenos Aires
Los rastros que el grafitero anónimo dejó por el mundo durante décadas son recreados con realidad virtual y una sala inmersiva, en la muestra “no autorizada” que abre al público mañana en La Rural
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LA NACIONCelina Chatruc
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es “el Superman del arte urbano” ese encapuchado que se esfuma por las calles de Bristol, cruza como un rayo hasta Londres y aparece al anochecer en los alrededores de la parisina Torre Eiffel iluminada, para perderse después entre los rascacielos de Nueva York. Tras una persecución de quince minutos por varias ciudades de distintos continentes, encontramos finalmente a Banksy pintando una pared en Belén. Muy cerca de su propio hotel, con vista al muro construido por Israel. Se da vuelta para mirarnos, y apunta a los ojos con su aerosol.
Una gran mancha roja es todo lo que llegamos a ver cuando termina esta carrera simulada en realidad virtual para la muestra Banksy, ¿genio o vándalo?, que abrirá al público mañana en La Rural. “Es como Superman y Clark Kent, un secreto que forma parte del misterio –conjetura en diálogo con LA NACION Daniel Grinbank, productor que trajo a Buenos Aires con otros socios internacionales esta exposición “no autorizada” por el artista-. Es alguien que quiere manifestarse a través de su arte en lugar de dar entrevistas, porque sus obras expresan de manera más fehaciente su mensaje”.
Lo que atraviesa todos los temas que aborda desde hace décadas –como las críticas a la guerra, el consumismo y la contaminación ambiental, en pinturas realizadas en distintas escenas urbanas- es, según Grinbank, “una reivindicación de la libertad individual, bien entendida, y una búsqueda de una sociedad con otros valores”.
En este punto podría confundir el hecho de que, para salir de la exposición, haya que abrirse paso entre el merchandising. Una posibilidad de comprar, por ejemplo, una remera triturada de la mitad hacia abajo, de la misma forma en que lo hizo con la obra Niña con globo en plena subasta, en 2018. Aunque el paseo comercial incluye en este caso un guiño a Exit Trough the Gift Shop (Salga a través de la tienda de regalos), documental estrenado en 2010 y dirigido por el propio Banksy. Film en el que se inspiró también la recreación de su taller en el Pabellón Frers.
Otra sala inmersiva espera en el mismo espacio que alojó hasta fin de julio la exitosa muestra dedicada a Vincent van Gogh. Solo que en este caso las proyecciones en 360° son apenas una introducción al laberíntico recorrido, que terminará con las paredes vandalizadas que recrea la aventura en realidad virtual.
Entre un extremo y el otro pueden verse obras originales aportadas por galeristas y coleccionistas, realizadas por Banksy con óleo o acrílico sobre lienzo, spray sobre lienzo y madera, serigrafías de edición limitada, esténciles sobre metal u hormigón, esculturas, instalaciones, videos y registros fotográficos de Steve Lazarides, autor del libro Banksy captured, que lo siguió de cerca durante más de una década y llegó a ser su manager.
“Es bastante difícil crear una exposición sobre un artista que nadie conoce”, aclara la visita guiada disponible desde el celular, que requiere llevar auriculares y descargar la aplicación Izi.Travel. Nadie sabrá quién firma como Banksy, pero las acciones de su marca registrada alcanzaron hace tiempo fama global. Por ejemplo, cuando se disfrazó de personal de limpieza e intervino con sus características ratas el subte de Londres, durante la cuarentena global de 2020, o cuando improvisó el año anterior un stand propio frente a la plaza San Marcos durante la Bienal de Venecia, con una denuncia a los cruceros que circulaban por los históricos canales.
Entonces, ¿genio o vándalo? Tal vez intentar responder a esa pregunta sea tan inútil como preguntarse si es Superman o Clark Kent. “Banksy es un artista callejero, uno de esos que son amados por la gente común y despreciados por la comunidad artística. Supo cambiar la idea del arte y romper todos los estereotipos, convirtiendo las calles en museos”, observa el repaso por su trayectoria en la sala inmersiva en esta muestra curada por Alexander Nachkebiya, ya exhibida en ciudades como Nueva York, Moscú, San Petersburgo, Madrid, Barcelona, Hong Kong y Tokio.
Se recuerda allí que su historia pública se inició en Bristol, a principios de los años 90, cuando aparecieron sus primeros grafitis. “Una vez, huyendo de la policía, Banksy tuvo que esconderse debajo de un camión durante toda la noche –agrega el relato envolvente-. En ese momento decidió utilizar plantillas. A lo largo de los años, Banksy elevó la técnica del esténcil a un nuevo nivel”.
Siguieron colaboraciones –y peleas- con otros artistas, y muestras “oficiales” como la célebre Apenas legal. Inaugurada en 2006 en Los Ángeles, estaba dedicada a abordar los problemas del hambre y la pobreza en el mundo. La obra más contundente fue un elefante indio de 37 años, pintado de forma que combinaba con el empapelado de la habitación que lo rodeaba, en alusión a la célebre metáfora sobre lo que no estamos dispuestos a ver.
Banksy aprovechó esa estadía en Estados Unidos para realizar una intervención en Disneyland en Anaheim, California, y denunciar así la situación de los detenidos en Guantánamo. Casi una década después creó Dismaland, un macabro parque de diversiones intervenido por decenas de artistas convocados por él en la localidad británica de Weston-super-mare, que abrió al público durante un par de meses y se transformó luego en ayuda para los refugiados.
Aquella inquietante experiencia puede revivirse ahora a través de una pantalla gigante instalada en La Rural, desde la comodidad de una reposera. Un buen lugar para meditar sobre quién será el autor de esas creaciones irónicas, que sabe desaparecer de la escena tan rápido como Superman.
Para agendar
Banksy, ¿genio o vándalo? En La Rural (Av. Santa Fe 4363), desde el 30 de agosto hasta mediados de octubre. Más información en banksyexpoar.com. Entradas: martes a viernes, $3000; sábado, domingo y feriados, $3500; menores de 3 a 12 años: $2000. www.laruralticket.com.ar/event/banksy
Por Celina Chatruc
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