Caravaggio: crece el interés por la obra atribuible al maestro italiano, declarada “bien cultural”
La pintura casi se vende la semana pasada por 1500 euros y hoy genera gran interés en el mercado del arte; el gobierno español se anticipa a los peritos y la protege por su valor patrimonial
Aunque son más las certezas que las dudas sobre su autoría, el cuadro atribuible a Michelangelo Merisi da Caravaggio, Ecce Homo, fue declarado hoy Bien de Interés Cultural en Madrid. La obra, hallada en la capital española la semana pasada –y cuyo precio de salida a remate era de tan solo 1500 euros– genera ahora un gran interés del mercado del arte, hecho que potencia la hipótesis de que su autor sería el mismísimo maestro italiano y que no pertenecería al Círculo de José de Ribera, tal como se anunciaba en el catálogo de venta.
En El jilguero, de Donna Tartt, la novela ganadora del premio Pulitzer, un cuadro viajaba por el mundo en las circunstancias más insólitas y diversas (en un colectivo de larga distancia, en una mochila, etc.) y se escondía en los sitios más insólitos (en el respaldo de la cama de un joven, en un locker de colegio, etc.). Recorría el lector la vida de aquel niño, luego adolescente, acompañado siempre por la obra de Karel Fabritius. Aún son pocos aquellos que conocen la identidad de quien tenía en su poder el cuadro que pertenecería a Caravaggio, según los expertos más destacados del barroco, una obra que mantiene en vilo al mercado –su precio podría ascender hasta 150 millones de euros– y también las autoridades culturales españolas.
La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid publicó hoy en el Boletín Oficial de la comunidad autónoma que este cuadro es un Bien de Interés Cultural, un hecho que implica que el dueño de la pieza debe conservarla, acceder a concederlo para exposiciones y que exige que la pieza se facilite temporalmente para su inspección. “Existen fundadas razones formales y documentales para considerar que es probablemente un original de Michelangelo Merisi di Caravaggio”, sostiene el documento que, a su vez, cita al informe presentado por el Museo del Prado a las autoridades.
Hace exactamente una semana, horas antes de que fuese subastado en la Casa Ansorena, el ministerio de Cultura decretó que el cuadro era inexportable, una medida cautelar que buscaba que no saliera del país esta pieza que contaba ya con una gran cantidad de interesados. Por el momento se comenzarán a conducir estudios técnicos especializados por investigadores de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para confirmar la autoría de este ejemplar de 111×86 cm. El veredicto sobre su autoría se estima en el plazo de un mes.
A partir de la información brindada en el Boletín Oficial es posible rastrear algunas postas del derrotero de este cuadro cuyo paradero fue un misterio durante cuatro siglos. En el siglo XVII estuvo en la colección del secretario de la corte de Nápoles, don Juan de Lezcano, y luego pasó a integrar el tesoro del virrey conde de Castrillo, quien lo habría llevado a Madrid.
Los expertos del Museo del Prado elaboraron un informe sobre la naturaleza del cuadro a partir de paralelismos con la obra de Caravaggio, el lenguaje pictórico y la composición. Este informe ofició como catalizador para que alertar a las autoridades españolas poco antes de que comenzara su puja en la casa de subastas.
El cuadro no se encuentra en estado óptimo, hecho que también dificulta llegar, por el momento, a una conclusión. Si pertenece o no a Caravaggio se sabrá en mayo, pero, como apunta el comunicado oficial, a pesar de que no fuese el maestro italiano su autor, esta obra de “alta calidad” es un “magnífico testimonio del primer naturalismo italiano”, y sin lugar dudas una obra un valor artístico e histórico inconmensurable.
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