A propósito de "Dior: creador de sueños", la última y más exitosa muestra del museo, Daniel Slater, su director de exhibiciones, recibió a LN+. En la conversación se explaya acerca de los desafíos de un museo actual, de cómo el Victoria & Albert Museum hizo historia con la novedosa exhibición de David Bowie, sobre las ideas detrás de una muestra monográfica como la de Dior y, por supuesto, la idea del Brexit y el efecto que puede tener sobre este clásico museo británico.
- Ustedes tienen uno de los museos más eclécticos en el mundo: ¿cuáles son los desafíos para sorprender al público año tras año?
- Hay lugar para todo, porque estamos tratando de hablarle a la mayor cantidad de gente posible. Así que hay lugar para hacer lo que es visto como tradicional y también lo más innovador. La colección es increíblemente grande, más de dos millones de objetos. Y eso es una oportunidad para seleccionar, elegir objetos individuales que puede que no sean conocidos por el público en la misma forma que conocen otras de nuestras obras más icónicas y así empezar a contar esas historias.
La colección es, de hecho, la base de lo que podemos hacer para armar el programa, diseñar cosas que la gente conoce bien, cosas como la exposición de Dior, que tenemos en exhibición en este momento. Esas muestras y esas ideas son extraídas de los objetos y las obras que venimos coleccionando desde la fundación del museo en el siglo diecinueve.
- ¿Cómo nace una muestra?
- Así de variada como la colección, también lo son los departamentos que se encargan de eso. Tenemos un departamento que se encarga de coleccionar textos e imágenes y así.
- ¿Y esto es algo continuo?
- Absolutamente. Tenemos un proceso activo de adquisiciones. No diría que compramos tanto como lo hacen otras organizaciones porque nuestros recursos son limitados, pero estamos adquiriendo obras en forma constante. Puede tratarse de obras históricas, cuando hay agujeros en nuestra colección, o podría tratarse de moda contemporánea, o de obras de arte digital que no existen hasta ser creadas en la forma en que fueron pensadas por el artista. Así que todos los departamentos que tenemos están sumando nuevo patrimonio y esos departamentos cuentan con el expertise individual de cada curador observando temas bastante específicos.
- Una vez que se adquieren estas piezas, ¿alguien se detiene a observarlas y dice qué vale la pena exhibirse en una colección?
- Muchas veces está guiado por las ideas fuertes que le hayan surgido al curador y cuáles son las ideas que el Victoria & Albert quiere contar, y cuáles son las cosas que nuestras audiencias esperan que contemos. Y frecuentemente se nos ocurren ideas que pensamos pueden interesarle a nuestro público porque es igualmente importante escuchar lo que ellos quieren de nosotros. Somos una organización pública, es una colección nacional y no se trata únicamente de decirle a la gente lo que nosotros queremos, sino además de saber más y más acerca de los intereses de la gente.
- ¿Cómo llegan a saber qué es lo que la gente quiere?
- Una de las maneras es asegurándonos que seguimos atrayendo gente al museo. Y que nos hable acerca de su experiencia aquí. Tres millones y medio de personas vienen acá cada año… y ese número sigue creciendo. Eso nos da una oportunidad de hablar con la gente a la que tratamos de servir con este programa. No asumir nada si no más bien entender cómo es que han experimentado su tiempo con nosotros.
Dior, diseñador de sueños
Tenemos una tradición de exposiciones de moda en el V&A, exhibiciones tanto temáticas como monográficas, y Dior es un gran ejemplo de ese trabajo. Hemos tenido a Balenciaga, a Alexander Mc Queen, a Vivienne Westwood; hemos tenido muchos diseñadores británicos y del mundo. Esto es algo que tal vez no sea extraordinario, ya que no somos los únicos que lo hacemos alrededor del mundo, pero sí es muy singular la forma en que el V&A hace estas exhibiciones.
Tenemos vestidos de Dior en nuestra colección permanente, y además Dior fue un diseñador que trabajó en el Reino Unido, que tuvo una fuerte relación con el Reino Unido, que obviamente tuvo tiendas en Londres mientras tuvo el comienzo de su casa de moda en París y fue coleccionado y lucido por personas muy conocidas que verás como la familia Real británica. Así que esta relación con él como un modisto y diseñador y también en lo que esa casa de moda se ha convertido es una historia muy natural para que nosotros contemos.
Bowie, la muestra que lo cambió todo
- ¿Qué significó la muestra de David Bowie para el museo?
- Fue un momento decisivo para nosotros en el V&A, pero también en cuanto al modo en que íbamos a mostrar a un músico. Veíamos a David Bowie como mucho más que un músico, en su esencia era un artista y una de las formas en las que manifestaba eso era a través de la música. Fue un cambio enorme para nosotros; se renovó la forma en que presentamos cine, material de audio y video, material sonoro dentro de nuestras exhibiciones, y eso ha tenido un impacto enorme en la forma en que otras organizaciones ven las posibilidades de presentar temas como ese.
En su momento la exposición fue tremendamente exitosa y después de Londres se llevó a Norte América, América Latina, Asia, Rusia, a través de Europa, Australia… Así que esa muestra fue vista alrededor del mundo por más de dos millones de personas.
- ¿Esta fue la primera muestra del V&A que llegó a América Latina?
- Fue la primera y única que llegó a Latinoamérica hasta ahora. Y esto habla de dos cosas: una, la popularidad e interés por el individuo, la persona que era el protagonista; pero, también, la visión de la persona que llevó esa muestra con nosotros a América Latina, de ver que eso era algo que la gente iba a adorar y quiso que las audiencias ahí lo disfruten.
Desafíos de un museo hoy
- ¿Cuál es la importancia de un museo hoy?
- Para mí un museo es un lugar que está basado en la investigación, que es provocador, desafiante, que está diciendo cosas que otros lugares puede que no quieran decir o se sientan cómodos diciendo. Un museo opera en forma separada de la política y puede tomar mensajes y decir cosas que es posible decir en el sector de la cultura pero que no pueden decirse en otros ámbitos. Porque, a fin de cuentas, estamos acá para cuidar y promover y comunicar y dar significado a los miles de años de patrimonio cultural que tenemos. Y a pesar de que alguna gente puede viajar a ver los objetos en sus lugares de origen, muchas personas no pueden hacerlo, así que para nosotros se trata de compartir nuestra colección, comunicar el significado de los objetos y entender que lo que tenemos en términos de objetos y piezas de arte, eso que ha sido hecho puede tener un impacto y cambiar la vida de las personas. Las inspira, las hace sentirse creativas, mejora su calidad de vida.
El museo como antídoto para el Brexit
- Están atravesando enormes cambios políticos en el Reino Unido: ¿Cree que esto afectará la forma en que el museo trabajará, el contacto con el resto del mundo?
- Siempre hemos sido una organización profundamente internacional y esto solo puede continuar más allá de lo que suceda. Nuestra colección es internacional, nuestra fuerza de trabajo es internacional y, lo más importante, nuestra audiencia es internacional. Y más allá de lo que suceda, nuestro interés es que esto crezca y se expanda. Nuestra relación con otras organizaciones alrededor del mundo, nuestro deseo de atraer a audiencias de otros países… eso no hará más que seguir creciendo con el tiempo.
Carola Gil