De Prilidiano Pueyrredón a Benito Quinquela Martín: 10 hits de la colección de arte de la Facultad de Derecho

Desde sus escalinatas y columnas inmortalizadas en escenas de películas a su completa edificación arquitectónica, la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires alberga las características de un museo de sitio. En su interior, el imponente edificio conserva, además, una pinacoteca que incluye creaciones de artistas como Benito Quinquela Martín, Prilidiano Pueyrredón o Antonio González Moreno.

Por sus aulas y salones transitan cada año unos 25.000 estudiantes y personal docente, lo cual convierte al espacio en un sitio altamente concurrido y brinda una inigualable exposición a los numerosos creadores que exhiben sus obras en la Facultad, con unas 20 muestras cada año.

“Lo maravilloso de esta Universidad es su compromiso con el arte y con la cultura viva”, destaca Zulma García Cuerva, coordinadora de Arte en la institución. “Se hacen exposiciones permanentemente, de artistas consagrados y vanguardistas”, agrega. La Facultad abre sus puertas a todo público de lunes a sábados de 7 a 23 (los domingos solo la biblioteca) y programa anualmente un amplio abanico de actividades culturales de las que participan millares de personas.

Recorrer el edificio, lo cual es posible a través de visitas guiadas, es una invitación a perderse en un túnel de tiempo que remite “a las grandes construcciones griegas”, apunta María del Carmen Maza, a cargo del área museológica de la Facultad. Este “Partenón” porteño de columnas dóricas y majestuosos portales de herrería de su fachada principal que no abren hacia afuera sino que descienden para permitir el ingreso como en un castillo, respira a tono con la vida cultural y universitaria.

Doce presidentes de la Argentina han sido egresados de la Facultad, como Antonio De la Rúa, Eduardo Duhalde, Raúl Alfonsín o Arturo Frondizi, todos ellos retratados en cuadros a la vista en el acceso principal. Figuras de la cultura como Homero Manzi o Felipe “Yuyo” Noé también pasaron por sus aulas, aunque abandonaron finalmente el Derecho por caminos ya conocidos.

“La Facultad”, escribió Quinquela Martín en uno de sus paisajes portuarios. La mención a la institución se lee sobre una pizzería y en una barca en el monumental mural que una vez iluminó la pileta cubierta del edificio y que ahora corona el ex hall del Aula Magna. La obra enlaza la educación con el pulso económico de una época. La pintura convive en la Facultad junto a otros murales y pinturas, retratos de decanos y personal académico, y esculturas y fotografías antiguas de gran tamaño donde sonríen para la foto egresados y profesores de los siglos pasados.

La colección artística de la Facultad supera el centenar de piezas, algunas de ellas en guarda y otras exhibidas acompañadas de códigos QR en espacios como la sala de profesores, el salón de Consejo Directivo, el hall de la Reforma Universitaria, el Aula Magna, el Salón de Actos o el Salón de Pasos Perdidos. “La Facultad en sí es como un museo de sitio porque hay una arquitectura y un estilo que no se repiten y una pinacoteca con cuadros famosos. Es una casa de estudio con un patrimonio que va más más allá de la historia del edificio”, señala Maza.

El acervo artístico de la institución es fruto de adquisiciones y donaciones. La Facultad abrió sus puertas a LA NACIÓN en un recorrido por las principales obras de la colección de la mano de las encargadas de las áreas de Arte y Museología, y del subsecretario de Extensión Universitaria, Pedro Calvo.

“Círculos en el agua”, de Zulma García Cuerva

En el mismo emplazamiento donde décadas atrás se ubicaba un mural de Benito Quinquela Martín custodiando la pileta cubierta de la Facultad, la obra Círculos en el agua, de Zulma García Cuerva, dialoga con el natatorio. La pintura, de 5x7 metros, es de estilo cubista con presencia de elementos referentes al espacio-tiempo, el día y la noche, los cuerpos en movimiento y la Facultad a lo lejos. “La pileta se proyecta en el mural y el mural, en la pileta. Toda obra mural tiene que tener en cuenta el entorno y el muro en que se apoya. En este caso se complementan perfectamente”, señala la autora.

Dos recreaciones de Rafael en un mismo cuadro

En la entrada a la sala de profesores, un óleo monumental se presenta como una recreación en un mismo cuadro de dos pinturas de Rafael Sanzio, cuyos originales se guardan en el Vaticano. A un lado del lienzo, una escena reproduce la entrega de los libros del Código de Justiniano vinculado al Derecho natural o romano; del otro, una imagen del Papa Gregorio XIX alude al Derecho canónico o eclesiástico. No hay certezas respecto a la autoría de la obra, de datación previa a 1880.

Obra magna: un retrato de Juan Martín Pueyrredón pintado por su hijo

En el despacho del Decanato de la Facultad destaca quizás la principal joya pictórica del acervo, un retrato de Juan Martín Pueyrredón pintada por su hijo, Prilidiano Pueyrredón. “Aunque cursó estudios en París y Brasil, a él se lo considera el primer pintor argentino. En este caso, retrata a su padre y es una donación que hace a la Universidad”, apunta Maza. En el mismo espacio está a la vista detrás de una vitrina una Biblia de gran tamaño y destacada edición sobre la que prestan juramento los egresados, así como tres obras de la artista plástica Paula Rivero, dentro de “una actitud de apertura de no quedarse solo con el patrimonio ceremonioso sino de dar lugar a las vanguardias”, destaca García Cuerva. “Rivero trabaja desde una ideología que parte del feminismo y la libertad, lo cual condice con los nuevos lineamientos de la Facultad, pionera en incorporar un protocolo de género y un espacio específico de lactancia para que las madres que cursan tengan espacio donde amantar”, mencionan. A diferencia de otros tiempos, hoy el porcentaje de alumnas mujeres en Derecho es mayoritario.

Decanos y profesores sobre el lienzo

En la entrada a sala de profesores se pueden contemplar los retratos de decanos y profesores destacados de la Facultad, entre ellos Manuel Quintana (pintado por J.M. Ortiz, de 1906), el especialista en Economía Política José Terry (representado por L.E. Jardon), Manuel Obarrio (por Antonio Alice, 1928) y el rector Antonio Sáenz, en una obra atribuida a José Guth.

“Paisajes portuarios”, de Benito Quinquela Martín

A mediados del siglo pasado, Benito Quinquela Martín pintó uno de sus icónicos paisajes portuarios en la zona de la pileta, una obra ad-hoc para este espacio que resistió a los efectos del vapor y la humedad con la potencia de una escena en la que trabajadores portuarios conviven con el nombre de la facultad que el pintor plasmó en barcas o fondas. La obra, de 5,17 por 4,70 metros, está pintada sobre placas “que se supone que eran las tapas de las cocinas Flamex”, de chapa esmaltada sobre hierro cocido a 850 grados, que se desmantelaron, una a una, para ser trasladadas desde la pileta al ex hall del Aula Magna, donde se ubica hoy. Como curiosidad, uno de los cuadrados que componen el mural estaba al revés en el original y en su traslado fue reubicado.

La Reforma Universitaria, en el trazo de Nereidas R

Frente a la pintura de Quinquela, el colectivo Nereidas R realizó un mural en 2018 fruto de una convocatoria federal, situado hoy en el hall de la Reforma o Patio de las esculturas, con vistas al río desde los monumentales ventanales y tallas escultóricas que inmortalizan en hierro fundido las figuras de quienes fueron profesores de la Facultad, entre ellos Antonio Malaver y José María Moreno. El colectivo pintó un acrílico de cinco por cinco, de estilo figurativo y caricaturezco con personajes y símbolos alusivos al centenario de la Reforma Universitaria de 1918, Se ven proclamas, banderas de países latinoamericanos, representaciones de la justicia y la llave de la ciudad.

La creación de la Universidad, según Antonio González Moreno

En el emblemático Salón de Actos, cuya puesta en valor fue realizada en 2019 con la colaboración de la Fundación Konex y donde se han celebrado los debates presidenciales, una inmensa obra de Antonio González Moreno muestra el momento de la creación de la Universidad. En el óleo de 1948, pintado in situ, se puede ver retratados al decano y figuras de la enseñanza de la época que el pintor utilizó como modelos.

“Mater-Materia”, del artista mexicano Daniel Manrique

Tras una visita de Estela de Carlotto a la Facultad en los 2000, Abuelas de Plaza de Mayo donó un monumental acrílico del año 81 que el pintor mexicano Daniel Manrique había entregado a la organización. “La obra tiene un sentido cubista, porque también está el espacio-tiempo en esta pieza cargada de simbología azteca. Están presentes la Madre Tierra y cabezas que simbolizan a los pueblos de América. Debajo están las madres, que están entregando sus hijos a la historia. La figura del centro presenta una mirada desafiante, que podría remitir a La Piedad de Miguel Ángel, pero con un sentido de lucha en su mirada y un hijo que parece un Cristo que yace en sus brazos. A ella están custodiándola el dios azteca que corre la luna para dar paso al sol, un trabajador moviendo la rueda de la industria para hacer circular la historia, Prometeo robándole el fuego eterno a los dioses para entregárselo a los hombres y, a los costados, vencidos los soldados por la unión de los dioses y las personas. Es una lona pintada con acrílico donde prevalece la línea, el dibujo y los opuestos complementarios: el anaranjado y el azul predominando, pero el color no cubre todo el mural, mucho fue dejado sin pintar a propósito, y se puso el blanco de los pañuelos en esas vestimentas de las mujeres significando la pureza”, detalla Zulma García Cuerva.

Las sedes de la Facultad

Con motivo del 60 aniversario del edificio de la Facultad, se inauguró en 2009 un mural de Zulma García Cuerva en el Salón Azul. En esta pieza de 9 por 3 están representadas las distintas sedes que habitó Derecho: el edificio de Las Heras y Pueyrredón -ahora Facultad de Ingeniería-, el actual edificio de Figueroa Alcorta, la Manzana de las Luces, el Museo Etnográfico y la Iglesia San Francisco. “Lo más concreto son los ladrillos y, como en esta Facultad es fundamental el acto democrático, en el cuadro vemos a un presidente elegido en elecciones libres y atrás se ve la cúpula del Congreso. Y, como los edificios no tendrían sentido sin la gente, serían cáscaras vacías, entonces hay un río de gente que avanza en paz con el deseo de saber. El sol es el renacimiento y la esperanza de un mundo más bello y justo”.

Pupitres, tinteros y una máscara mortuoria

En el Espacio Museo y Archivo Histórico ubicado en el balcón que da al hall de Pasos Perdidos, en el primer piso, se ubica el sector de exhibición del Museo Histórico de la Facultad. Una línea de tiempo enseña su historia, narrada a través de óleos, mobiliario, fotografías, sillas, pupitres, tinteros y otros elementos de escritorio. También se aprecian allí curiosidades como la máscara mortuoria de Vélez Sarsfield, modelo del rostro del redactor del Código Civil obtenido tras su muerte para su futura reproducción escultórica. La pieza fue donada por su familia.

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