El arte despidió a Corinne

Una edición más de arteBA y van 17. Consolidada como un centro continental de ventas, este año fue catapultada por el público a un récord de visitantes, dato que confirma la ola expansiva del arte actual y la creciente audiencia que acompaña sus expresiones.

En ese marco bullicioso y efervescente, los amigos del arte hicieron un minuto del silencio el lunes por la tarde, por iniciativa de la Fundación arteBA, para despedir a la crítica y curadora Corinne Sacca Abadi, profesional apasionada, bellísima persona, que se fue de manera inesperada la semana última víctima de un accidente cerebrovascular. Su marido José y sus hijas escucharon emocionados a la presidenta de la Asociación Argentina de Críticos, Mercedes Casanegra, quien con voz temblorosa trazó un perfil de la querida Corinne, "hacedora nata, capaz de llevar a cabo cualquier desafío, como fue la Bienal del Fin del Mundo, uno de sus últimos trabajos".

Aquello fue una empresa titánica que nunca empañó la sonrisa encantadora, dispuesta a multiplicar recursos para que el difícil engranaje de una bienal remota funcionara. El eje curatorial fue "Pensar que otros mundos son posibles", un atajo para acercar el imaginario apocalíptico del fin del mundo, donde sólo plantar una bandera es una victoria contra la naturaleza hostil.

Corinne Abadi plantó en su vida muchas banderas: su familia, su carrera, sus proyectos, sus sueños, y estaba en el umbral de nuevos programas interdisciplinarios de largo alcance.

Psicoanalista, fue profesora de Psicoanálisis y Cultura en la Universidad de Palermo, secretaria general de la Asociación de Críticos y asesora de Expotrastiendas. Su gestión al frente del espacio Fundación Telefónica, en 2004, le valió el premio a la mejor gestión cultural. Con su clara visión, fue una protagonista fundamental en la promoción del arte contemporáneo argentino.

Adiós, Corinne. La tribu del arte te va a extrañar.

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