El crimen como conflicto social

Más allá del límite conceptual de las normas jurídicas, el profesor Pedro David busca proyectarse hasta el ámbito social y valorativo "donde la sociología del derecho vincule a la ciencia jurídica", para analizar los problemas de la criminalidad, en este verdadero tratado acerca de la prevención del delito y la justicia penal, en los tiempos de la globalización.

En su punto de partida, la obra expone los flagelos de la marginalidad y avizora los caminos que podrían conducir, en el futuro, a la creación de un mundo solidario. Analiza luego el delito organizado, y el lugar que la comunidad puede ocupar en la prevención del crimen, para lo que sostiene la idea de que las comunidades "trabajen, apoyando a sus propios valores". Especial reflexión le merecen las temáticas de la cooperación internacional, la suspensión del juicio a prueba y la modernización de la justicia penal y del juicio por jurados.

En una de las conclusiones, con un intenso sentido de la realidad, el autor declara: "La corrupción constituye uno de los problemas más serios que los países enfrentan hoy en la búsqueda de una administración pública con los niveles más altos de integridad, transparencia y servicio a los usuarios".

David examina también los problemas carcelarios, a partir del pensamiento de estudiosos contemporáneos, y recuerda, haciendo suya una idea de J. Hall, que: "La ley penal es un amplio escepticismo sobre la punición" y "la preocupación por los intereses de la víctima". También dedica capítulos a la problemática de los mass media y al análisis de la utilización de los jóvenes como instrumentos para las actividades delictivas.

La experiencia del autor, que fue durante más de diez años consejero de prevención del delito y justicia penal en las Naciones Unidas, le ha permitido describir y denunciar el sufrimiento de las víctimas y la impunidad de los actores principales del narcotráfico, el terrorismo y el delito organizado.

En suma, el profesor Pedro R. David se plantea la necesidad de modificar el mundo actual y para ello insiste en teorías innovadoras (o recreadoras). Por eso, quienes estudian el crimen como un tipo especial del conflicto social encontrarán en esta obra, sin duda, excelentes perspectivas y desafiantes propuestas, desarrolladas por un inteligente profesional que sabe emprender seriamente toda tarea intelectual.