El gobierno porteño insiste en reformar los premios municipales: ¿cuáles serían los nuevos cambios?

Sigue en pie el proyecto del gobierno porteño de modificar la ley de premios municipales. En estas semanas, autoridades del Ministerio de Cultura de la ciudad de Buenos Aires -sin el ministro Enrique Avogadro- mantuvieron reuniones con representantes de organizaciones como la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) y la Unión Argentina de Escritoras y Escritores. Los acercamientos se dan luego de la manifestación de protesta de diciembre de 2021 en la que diversos sectores de la cultura solicitaron la suspensión del tratamiento del proyecto original en la Legislatura.

Según contó Graciela Aráoz, presidenta de la SEA, a LA NACION, el texto del proyecto que se presentará a la Legislatura trae algún beneficio y otras modificaciones polémicas. “Sin lugar a duda llevar a $500.000 el primer premio es una buena noticia [en la última edición se pagaban $70.000], pero a cambio se dejarían de lado algunas categorías como el Premio ‘Ricardo Rojas’, de temática argentina y latinoamericana, y lo más controvertido es que se pretende elevar la edad para recibir el subsidio vitalicio a 60 años, hoy la ley establece 50 años”. El subsidio que reciben los ganadores de los primeros premios en distintas categorías equivale a dos jubilaciones mínimas. Del encuentro también participaron Ana Arzoumanian, vicepresidenta de la SEA, y los vocales Edgardo Berón y Nicolás Avellaneda. “Lo importante es la continuidad de los premios, ya que en todo el mundo existen muchos y en nuestro país este premio y el Nacional son dos alicientes para cada escritora y escritor, que puedan tener una vida algo más tranquila para seguir creando”.

Los funcionarios anunciaron que los beneficiarios de la ley 3014 (Régimen de Reconocimiento a la Actividad Literaria) pasarán a cobrar de los actuales $ 47.000 a $71.419,96. “La comisión directiva mantiene un diálogo permanente con las autoridades. El objetivo es que se abra una nueva convocatoria para lograr la incorporación de más escritoras y escritores que obtengan este beneficio. Somos insistentes y tenemos un diálogo con el ministro y sus colaboradores para que este año podamos anunciar esta noticia. Soy optimista”, concluyó Aráoz.

Además de los representantes de la SEA, participó el presidente de la SADE, Alejandro Vaccaro. “Acercamos posiciones; ellos cambiaron un poco el esquema que tenían a favor de los premios municipales -evaluó-. La discusión está centrada en la renta vitalicia que se le da al ganador. Eso hoy está establecido en dos jubilaciones mínimas a partir de los cincuenta años; ellos proponen elevar la edad a 65 en el caso de los varones y a 60 en las mujeres”. Como la “cuestión binaria” fue criticada, las autoridades concedieron en bajar la edad para todos a los sesenta años. “Cambiaron el sistema: en lugar de ser dos jubilaciones mínimas proponen un escalafón de los empleados del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Eso nos parece bien porque así se actualizarán los haberes. Estamos en desacuerdo en pasar la edad de 50 a 60 años”. En el discutido proyecto de 2021, si los escritores cobraban una jubilación aparte, se descontaba la renta del premio. “Eso se sacó”, dijo Vaccaro. “Elevar la edad es un error de concepto: se mezcla un concepto jubilatorio con un premio a la creatividad. Pero estamos mejor que en diciembre de 2021″, destacó.

Enzo Maqueira, de la Unión Argentina de Escritoras y Escritores, informó que fueron convocados a otra reunión con la directora general de Desarrollo Cultural y Creativo del gobierno porteño, Mora Sciallmá, y funcionarios ministeriales. “Nos hablaron de cambios, y dijeron que era imposible mantener los premios como estaban y que habían que reestructurarlos”, cuenta el escritor. Esa reestructuración conlleva la desaparición del premio Ricardo Rojas y la suba de la edad para los beneficiarios de la renta vitalicia. “Defendimos nuestra posición: no estamos de acuerdo. También dijeron que querían eliminar los beneficios para cónyuges e hijos, que reciben un porcentaje de la renta vitalicia que conceden los primeros premios”. Para defender las reformas, los funcionarios alegaron que los números “no daban”. “Nuestros argumentos fue que los números daban, pero para otras cosas, como la publicidad o la renovación de veredas cuatro veces por año. Veremos cómo seguimos cuando presenten el proyecto de ley”.

Consultadas por LA NACION, autoridades del Ministerio informaron en diciembre hubo una primera instancia de reuniones con agrupaciones del ámbito de la cultura con el fin de escuchar a los representantes del sector. Y agregaron que “por el momento” seguirán en instancias de trabajo conjunto con el fin de llegar a consensos. Destacaron que quieren trabajar en el nuevo proyecto “con el tiempo necesario y en conjunto”.

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