"La poesía sigue viva", afirmó Juan Gelman
MADRID.- El poeta argentino Juan Gelman recibió ayer el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con 42.000 euros, en una emotiva ceremonia celebrada en el Palacio Real, donde reivindicó "el acto casi heroico" de premiar a la "poesía, esa Cenicienta de la literatura que apenas ocupa rinconcitos en los catálogos de las grandes editoriales", señaló.
Gelman fue galardonado con la misma distinción que años anteriores recibieron el italiano Alvaro Mutis, el uruguayo Mario Benedetti, el chileno Gonzalo Rojas y el poeta español José Manuel Caballero Bonald, ganador del premio el año pasado.
Al recibir el galardón de manos de la reina Sofía, el poeta señaló que "en tiempos tan mezquinos como los actuales, en los que la voluntad de justicia cuesta caro en tantos países, la poesía sigue viva".
"La mera existencia de la poesía resiste el envilecimiento humano", afirmó Gelman, de 75 años, nacido en el barrio porteño de Villa Crespo y radicado desde hace años en México. Al referirse al país que lo distinguió, el autor de "Velorio del solo" y de "Carta a mi madre" señaló que la España de hoy "abriga a la cultura, abre puertas a la belleza posible en cada ser humano y se esfuerza por recuperar su memoria cívica, porque sabe que sin pasado claro no hay futuro claro".
Azote del terrorismo
El autor se refirió luego al "azote brutal del terrorismo" que ha sufrido España, para destacar a continuación que América latina "sabe de la muerte temprana e injusta causada por otro terrorismo, el de Estado", que ha provocado decenas de miles de muertos y desaparecidos en países latinoamericanos.
Ese elevado número, continuó, deja en claro que "la voluntad de justicia cuesta caro en nuestros suelos" porque "nunca fueron livianos esos tiempos mezquinos de los que Holderlin habló. Y menos ahora, cuando el neoliberalismo imperante ensancha impune la brecha entre ricos y pobres, y la miseria es el único plato que a millones de latinoamericanos se les sirve cada día".
"El espíritu de un país que olvida su verdad no puede agrandar sus horizontes", subrayó Gelman, cuyo discurso tuvo referencias al sufrimiento y al dolor que causan el terrorismo y los gobiernos dictatoriales. El poeta tiene un hijo y una nuera desaparecidos durante el último gobierno militar. Al momento de su secuestro, la nuera de Gelman se hallaba embarazada y tras 23 años de intensas búsquedas, el escritor logró encontrar a su nieta, Macarena, en Uruguay.
El premio fue entregado en reconocimiento a toda su obra, que el jurado calificó de "profundamente original, rigurosa, emocionante y emotiva a la vez".
"La poesía sigue viva; es un tirar contra la muerte", dijo Gelman. Y agregó: "La poesía habla al ser humano no como ser hecho, sino por hacer. Va a la realidad y la devuelve otra. Espera el milagro, pero sobre todo busca la materia que lo hace. Nombra lo que le esperaba oculto en el fondo de los tiempos y es memoria de lo no sucedido todavía. Ella acepta el espesor de la tragedia humana".
Gelman se refirió luego a la lengua como "la patria de muchas patrias, la infancia, el hogar, una manera de ver el mundo, de hablar con él". Y subrayó que "la poesía viene del fondo de los siglos y ninguna catástrofe natural o de mano de hombres ha podido cortar su hilo poderoso".
Agencias EFE y AFP
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