Las bibliotecas populares y el Teatro Cervantes, paralizados
Dos mil bibliotecas populares que no funcionan; servicios que no se prestan; programas que no llegan a la gente; contratados que han dejado de cobrar sus salarios por la indefinición laboral, teatros inactivos, áreas frenadas, y el peligro de que, si la situación no arranca, el cine sufra una paralización, son algunas de las consecuencias de la acefalía en la Secretaría de Cultura de la Nación.
Estas situaciones se viven en los distintos organismos de Cultura, cuya última responsable fue la hiperactiva Teresa Solá. Tan veloz fue su paso que aceptó algunas renuncias con fecha retroactiva y dejó áreas acéfalas y en irregularidad jurídica.
En la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), ayer dejó la presidencia Elba Casetta, que había sido designada por dos años, el 24 de enero de 2000. Según fuentes del área, Solá cesó a 18 contratados de los 30 empleados de la Conabip, cuyos programas de lectura y bibliotecas están totalmente inactivos.
En la Biblioteca Nacional, las dimisiones del director Francisco Delich y de la subdirectora Josefina Delgado fueron aceptadas en la segunda quincena de enero, pero con retroactividad al 28 de diciembre. Solá presentó su renuncia como secretaria de Cultura el 29 de diciembre. Delich y Delgado siguen yendo a la Biblioteca, pero no pueden tomar ninguna decisión administrativa.
Ayer, Delgado dijo a LA NACION: "Abrí una instancia jurídica porque hay irregularidades en la aceptación de mi renuncia. El acto administrativo es del 26 de diciembre y yo presenté mi dimisión el 27".
El Teatro Nacional Cervantes sigue acéfalo desde diciembre último, cuando renunció Raúl Brambilla, que había reasumido durante el interregno de Solá. Por este motivo, todavía no se pudo delinear la programación para la temporada 2002.
La Dirección Nacional de Patrimonio, Museos y Artes está acéfala desde la aceptación de la renuncia de su responsable, Liliana Barela, el 28 de diciembre. Barela no se alejó del cargo en la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Pese a todo, los museos funcionan sin dificultades.
Más quejas
A las voces del cine, el teatro, los museos, las bibliotecas y otras áreas del quehacer cultural se sumaron ayer los editores de libros, que reclamaron a Eduardo Duhalde la "imperiosa necesidad de designar un secretario de Cultura y de no postergar la adopción de una política cultural".
Estos ejemplos ilustran el caos existente. Un funcionario preguntó hace dos días a quién debía entregarle "un pedido presupuestario". La respuesta de un colaborador del Presidente fue: "No se moleste porque, por el momento, todo se apila en carpetas, hasta que esté resuelto si Cultura queda en Presidencia o va a Educación".
Resulta irrefutable, a estas alturas, que el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. La acefalía en la Secretaría de Cultura parece probarlo. Al asumir como ministra de Educación, Graciela Giannettasio se pronunció sólo una vez sobre el destino de Cultura bajo su órbita. No volvió a hablar del tema.
En medio del vendaval que azotaba cuando asumió, Duhalde aceptó dicha posibilidad en el decreto de necesidad y urgencia. Hoy, no son pocos los hombres del Presidente que defienden la independencia de Cultura, por fuera de Educación.
Anteayer, sin ir más lejos, el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, dijo, por Radio Nacional, que "Cultura queda en Presidencia". La reacción desde Educación no se hizo esperar. Poco más tarde, desde la Casa Rosada, el propio Amadeo dijo a LA NACION que se había equivocado y que aún no había una definición.
Opiniones encontradas
José E. Burucúa
- (Académico de Bellas Artes). "El área debe depender del Ministerio de Educación. La educación se alimenta de la cultura y viceversa. Cuando fue así, el país estuvo mejor."
Américo Castilla
- (Gerente cultural de la Fundación Antorchas). "Ninguno de los modelos propuestos funciona, pero no hay que inventar nada. Sólo mirar a los países donde es eficiente."
Carlos Gorostiza
- (Ex secretario de Cultura). "Tiene que ser una secretaría con fuerte respaldo del Presidente para crear un ámbito de apoyo. La cultura está por encima de la economía."