Murió el poeta Nicanor Parra, a los 103 años de edad

A los 103 años falleció esta mañana Nicanor Parra, escritor, físico matemático y docente chileno, autor de la antipoesía y Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, en 1997, y Premio Miguel de Cervantes, en 2011. Era considerado el último sobreviviente de la literatura mundial del siglo XX y revolucionó las letras hispanas en 1954, con su libro Poemas y antipoemas.

Sus nietos y el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, confirmaron el deceso del antipoeta en su casa de La Reina, en Santiago, pese a que los últimos 20 años los vivió en el balneario de Las Cruces, en la Quinta Región de Chile, donde decidió retirarse de la vida académica después de haber dado clases de Literatura en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile. Aún no se específico la causa de su muerte ni se informaron los detalles de los funerales.

Parra fue el mayor de nueve hermanos y entre ellos estaba Violeta Parra, cantautora, artesana y poeta chilena que también fue referente folclórico en Latinoamérica. Nació en San Fabián de Alico, cerca de la ciudad Chillán. y en sus últimos años recibió visitas ilustres en su casa, como la presidenta Michelle Bachelet. La presidenta de Chile colgó un mensaje en Twitter, a propósito del fallecimiento de Don Nica, como también lo conocían: “Chile pierde a uno de los más grandes autores de la historia de nuestra literatura y una voz singular en la cultura occidental. ¡Estoy conmovida por el fallecimiento de Nicanor Parra! Mi más profundo pésame a su familia”.

También en Twitter la Universidad de Chile, el empresario Andrónico Luksic y el animador Mario Kreutzberger, fueron algunos de los que saludaron a Parra parafraseándolo en su despedida. Sebastián Piñera , presidente electo de Chile, quien tuvo que retrasar el nombramiento de su gabinete al conocer el deceso, dijo que Parra murió como le habría gustado, “mirando la casa de Neruda, muy cerca de la tumba de Huidobro”. Luego recordó las conversaciones que tuvo con él y pidió un minuto de silencio en el ex Congreso Nacional, donde estaba nombrando a sus ministros.

En sus citas en Las Cruces, que eran privadas, se destacó por su memoria impecable, por sus reflexiones y por su sagacidad. Salía con un sombrero a votar cuando había elecciones, a comprar paltas a un puesto cercano y recibía contadas visitas. La excepción la marcó en el 2014 su centenario, en el que recibió cientos de homenajes.