Sant Egidio, una escuela de vida y de compromiso
Mientras el Mayo Francés concentraba las miradas en 1968, con revueltas en las universidades que dieron la vuelta al mundo, el estudiante romano Andrea Riccardi promovía en el Trastevere, a sus compañeros menores de 20 años, una revolución silenciosa: una nueva forma de compromiso para el mundo cristiano, a la luz del Evangelio y del entonces flamante Concilio Vaticano II, con espíritu ecuménico. Así, dio sus primeros pasos la Comunidad de Sant Egidio, presente hoy en más de 70 países, con 50.000 voluntarios y colaboradores estables, al servicio de los más pobres. El cardenal Jorge Bergoglio presidirá el sábado, a las 19, en la Catedral, una misa para orar por la obra de Riccardi.
La Comunidad de Sant Egidio llegó a la Argentina en 1987 y creó las Escuelas de la Paz, en La Boca, Barracas, Constitución y Laferrère, un espacio de aprendizaje no formal, que construye lazos con las familias. De allí surgieron los Jóvenes por la Paz, destinado a cultivar valores y prácticas de convivencia y cohesión social entre los adolescentes. También desarrolla el movimiento Viva los Ancianos, para recuperar sus valores y enseñanzas, otro clásico programa es el servicio de Amigos por las Calles de Buenos Aires, por el cual muchos voluntarios llevan cada noche un plato de comida caliente a quienes no tienen dónde dormir. Y se editó una guía para la gente de la calle, para informar a la gente dónde comer, bañarse, vestirse y dormir.
Las primeras comunidades de los apóstoles y las enseñanzas de San Francisco de Asís inspiraron a la Comunidad de Sant Egidio para reunir a los que más lo necesitan en un almuerzo de Navidad: en nuestro país, está Marco Gallo al frente de la organización y de los esfuerzos para llevar a los más pobres la ayuda solidaria y la oración.



