
Visión crítica de la Red en la Argentina
El especialista Horacio Lynch afirma que el país está quedando excluido de la revolución de Internet
"La Argentina está quedando excluida de la revolución que significa Internet, porque los funcionarios y los dirigentes no comprenden la verdadera dimensión de este fenómeno." La frase es contundente y pertenece a Horacio M. Lynch, director del Cenit (Centro de Investigaciones en Información Tecnológica).
El abogado señaló a LA NACION que los argentinos deben definir un proyecto de país -algo que, a su entender, hoy no existe- y luego delinear concretamente qué lugar ocupará la cuestión tecnológica en el marco de ese desafío.
A fines de 1996, Lynch creó el Cenit ( http://www.it-cenit.org.ar ) junto con Mauricio Devoto, con el objetivo de investigar cómo repercuten las nuevas tecnologías en la sociedad.
Las investigaciones del centro fueron expuestas en el informe "Argentina Digital", publicado en 1999 y presentado al entonces jefe de gobierno porteño y hoy presidente, Fernando de la Rúa.
En ese estudio se analiza el impacto tecnológico sobre la economía de la Argentina y allí se advierte sobre la oportunidad que nuestro país está desaprovechando para ingresar en la "era de la información" con el riesgo de quedar muy retrasado con respecto a otros países.
Lynch comentó que, en una comparación global, se puede observar cómo los jefes de gobierno de las naciones del Primer Mundo, Clinton, Jospin o Kohl, vieron el tema de Internet con una visión estratégica para el desarrollo de sus respectivas naciones. En cambio -afirmó-, aquí se lo reduce a una cuestión técnica, tal como lo refleja el programa Argentina Digital (PAD).
Este plan -que cuenta con el apoyo del vicepresidente, Carlos Alvarez- es impulsado por la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva, a cargo de Dante Caputo. La primera etapa consta de una línea de créditos del Banco de la Nación para financiar, con tasas y precios promocionales, la compra de un millón de computadoras personales e impresoras, con su respectiva conexión a Internet y una capacitación mínima.
Permitir el acceso masivo a la información y a la cultura e incentivar el desarrollo de la capacidad productiva de la población -con la generación de sitios y portales con contenidos argentinos en Internet-, figuran entre los objetivos más relevantes del plan impulsado por el gobierno, que fue lanzado en julio último.
Universidades virtuales
La mirada crítica del Cenit llegó también hasta el campo de la educación. Y el interrogante que surge en este ámbito es el papel que desempeñarán los centros educativos dentro del contexto tecnológico.
"Las universidades saben que van a tener una competencia feroz con Internet. No es que vayan a desaparecer -dijo Lynch-, sino que tendrán que repensar su función y buscar nuevos caminos. Por ejemplo, en nuestro país se están construyendo varios campus, cuando en otras partes del mundo se están preguntando qué harán con ellos."
Tanto el gobierno como los dirigentes de empresas y educadores deben comprender la dimensión del fenómeno que estamos viviendo y no reducirlo solamente a promover el comercio electrónico, introducir Internet en las escuelas o incorporar computadoras, afirmó Lynch.
Los próximos pasos de este centro de investigaciones están orientados a publicar "Argentina Digital II", que consiste en una detallada comparación sobre políticas públicas en materia tecnológica en más de 20 naciones y el análisis de lo que ocurre en nuestro país.
¿Cómo nos encontramos? La respuesta del director del Cenit no tiene medias tintas. "Si nos comparamos con países más desarrollados como Australia o Israel, podemos observar todo lo que nos falta por hacer en materia de políticas gubernamentales, en las que se incluyen crear una plataforma tecnológica y contar con un marco jurídico apropiado."