Río 2016: en una accidentada final con lluvia y otros problemas técnicos, Chiaraviglio terminó undécimo

RÍO DE JANEIRO.- Germán Chiaraviglio se quedó con las ganas de pelear por los primeros puestos en el salto con garrocha de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 , al convertirse en el tercer eliminado de la competencia y finalizar undécimo entre los 12 participantes de la final. De todas maneras, para el atleta santafecino, la final de los Juegos será inolvidable: "Ser protagonista de una final es un gran sueño que tuve desde chiquito y estoy feliz", dijo después de la competencia.

La lluvia había retrasado la definición una hora y 10 minutos, justo cuando Chiaraviglio se disponía a hacer la carrera inicial en velocidad. Suspendió el tranco y no se lo consideraron nulo. En el regreso de la actividad, y luego de dos nulos, el santafecino superó los 5, 50 metros en el último intento. Cuando era su turno, ocurrió algo insólito: no conseguían subir el parante. Esperó 15 minutos hasta que finalmente lo hicieron manualmente. Y cuando lograron establecer la altura, un juez se cruzó justo antes del salto de Chiaraviglio, quien siguió la carrera, saltó, rozó el listón y este se cayó. El atleta reclamó por el cruce del juez, y pudo repetir el salto aunque sin éxito. Después, no conseguiría superar la marca de 5, 65 metros ni en ese intento ni en los posteriores.

"Fue una prueba muy accidentada en todo sentido. Se rompían los parantes, en otro salto se me cruzó un juez por delante de la corredera. Son cosas que pasan. En 5,50m quedamos cuatro o cinco. Hoy me costó más, y hubo un intento casi válido que era para aprovecharlo. Pero llovió para todos, se les movieron los parantes a todos. Yo me voy satisfecho y conforme por estar en el nivel de los 12 mejores. Estuve muchos años para llegar acá, y ratificar lo que hice en 2015 es muy lindo", expresó el atleta santafecino.

Chiaraviglio ante una historia similar en el mismo estadio

Paradójicamente, en los Juegos Panamericanos 2007 y en el mismo estadio, el garrochista debió competir con lluvia y se adjudicó la medalla de bronce con un registro de 5,20m. Aquella vez tenía 20 años y explicó: "Es la primera vez que salto bajo la lluvia y me pareció muy peligroso".

Eso sí, explicó que era imposible postergar la competencia: "¿Y cuándo saltábamos si no era hoy? Es el último día y esta es la gran queja que tuve con la organización. Una competencia de garrocha no se puede hacer con lluvia, es muy riesgosa. El reglamento no dice nada, pero es por eso que en los torneos importantes no la ponen en el último día como pasó acá. En el Mundial de Helsinki (2005), se suspendió la prueba de garrochas de mujeres, la postergaron y después, en un día soleado, (Yelena) Isinbayeva terminó haciendo el récord mundial. Por eso el nivel acá fue bajísimo"

Un campeón brasileño que recibió una ovación eterna

Thiago Braz Da Silva le ganó al duelo al francés Renaud Lavillenie, con un salto de 6 metros y 3 centímetros y consiguió la medalla de oro para Brasil. Los gritos y los aplausos fueron ensordecedores cuando el brasileño logró el objetivo. Da Silva, además, estableció un nuevo récord olímpico. Levillenie, que es el dueño del récord mundial, quedó segundo con una marca de 5, 98 metros.

jpb/ gl