Campeona olímpica en los Juegos de la Juventud: Sol Ordás ganó la medalla dorada en el single scull de remo

Un festejo nacional a lo grande en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 : Sol Ordás se impuso en single scull femenino y conquistó la primera medalla dorada para la Argentina en este certamen. Así, el Parque Urbano de Puerto Madero se convirtió en una fiesta en celeste y blanco, a pura batucada junto con toda la familia del remo, un deporte que suele darle alegrías a nuestro país en citas panamericanas y olímpicas.

La flamante campeona, oriunda de San Nicolás, cumplió con los 500 metros de la prueba en 1m43s81/100 y derrotó a la sueca Elin Lindroth, subcampeona, por cincuenta centésimos, en un desarrollo que fue una lucha incesante hasta el final entre la local y la escandinava. La estonia Greta Jaanson y la uzbeka Lizakhon Islomova completaron el podio.

"Nunca supe que estaba adelante. Cuando llegué lo pensé, pero me dijeron que había photofinish y ahí pensé que podía ser de plata. Cuando me dijeron photofinish pensé que me había equivocado", confesó ya consagrada.

Estoy muy emocionada. Me levanté antes de que sonara la alarma. ¿La carrera? Nunca supe que estaba adelante

Es la tercera medalla para la Argentina en el certamen olímpico, después del bronce de Tomás Herrera y Felipe Modarelli en dos sin timonel y de Delfina Pignatiello en los 800m libre de natación.

Media hora antes de la final, Ordás había conseguido la clasificación a la final tras marcar el mejor récord de las semifinales. Con poco tiempo de descanso, Ordás volvió a la cancha en el dique de Puerto Madero. La argentina remó desde atrás durante gran parte de la prueba pero en los metros finales logró recuperar el terreno perdido y se quedó con la presea dorada en los metros finales.

La de Ordás es la tercera medalla de oro en la historia de los Juegos Olímpicos de la Juventud tras los éxitos de Brian Toledo en Singapur 2010 en lanzamiento de jabalina y de Francisco Saubidet Birkner en vela, en Nanjing 2014

La gesta de Ordás, observada desde la tribuna de prensa por el presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach y por el presidente del Comité Olímpico Argentino Gerardo Werhein, enardeció al público argentino que festejó efusivamente su triunfo. Entre ellos se encontraba Dolores Amaya, su mamá y representante olímpica en Atlanta 1996, y sus compañeros Tomás Herrera y Felipe Modarelli, quienes conquistaron la medalla de bronce el martes en especialidad dos sin timonel en remo.

Pese a la dificultad que supuso la distancia establecida para la prueba, la nicoleña dominó la prueba durante toda la competición y marcó los mejores tiempos en cada una de las pruebs que disputó. Acostumbrada a competir en 2000 metros, debió adaptar su estilo, menos explosivo pero más resistente, a los 500 metros.

Aún en ese contexto, Ordás fue imparable y el desenlace fue el previsible: volvió a ser la mejor en la final y se quedó con el oro, un sueño cumplido para una atleta cuyo presente y futuro ilusiona al deporte argentino.