Doble golpe a la ilusión en Roland Garros: Sebastián Báez y Gustavo Fernández perdieron sus finales

PARIS.- Justo ahora, cuando el sol se asoma con cierta timidez, a Sebastián Báez se le nublan las ideas. Es el mejor del mundo entre los juniors, tiene un futuro enorme, pero queda tendido en la final de Roland Garros, uno de los grandes sueños de su vida, con sólo 17 años. Se permite emocionarse: unas lágrimas recorren su mejilla luego de la aventura. Chun Hsin Tseng, una promesa de China, le roba la ilusión más grande: ser el campeón de París. Se queda en la antesala, luego de perder por 7-6 (7-5) y 6-2, en 1h20m. Al final, recibe la plaqueta por ser finalista con orgullo. La felicidad de haber llegado al último día.

Báez, nacido hace 17 años en el partido de San Martín,no solo es el número uno del mundo en la categoría, ya está ubicado en el puesto 967 del ranking mundial de la ATP. Fue descubierto por José Luis Clerc y tiene como entrenador a Sebastián Gutiérrez. "Clerc es como mi papá", cuenta. Tímido, de pocas palabras, es fuerte mentalmente, le agrada jugar desde el fondo de la cancha, con peloteos variados. Cuando se retira del estadio -el magnífico número 1, una gran obra de la arquitectura-, se permite sonreír. Se saca algunas selfies y firma unos cuantos autógrafos. La fama, de a poco, empieza a recorrer su cuerpo.

Báez no puede sumarse a la nómina de campeones argentinos juniors en París que integran Guillermo Pérez Roldán (1986 y 1987), Mariano Zabaleta (1995), Guillermo Coria (1999) y Agustín Velotti (2010), en varones, y Gabriela Sabatini (1984) y Patricia Tarabini (1986), en mujeres.

Gustavo Fernández no pudo en la final de tenis adaptado

En el court 7, Gustavo Fernández realiza un esfuerzo mayúsculo, casi siempre en desventaja, pero al final se queda sin energía y pierde el encuentro decisivo del tenis adaptado contra el japonés Shingo Kunieda por 7-6 (7-5) y 6-0. Fernández, que hoy es el número 2 mundial, acaba de jugar su tercera final en Roland Garros: fue campeón en 2016 y perdió la definición el año pasado en un partido increíble con el británico Alfie Hewett, al que superaba por 6-0 y 2-0; al final, cayó por 0-6, 7-6 (9) y 6-2