Colombia-Uruguay, el Maracaná los convoca

RÍO DE JANEIRO (De un enviado especial).- El Mundial se regionaliza esta tarde en el Maracaná. La globalidad de la competencia se comprime a un duelo sudamericano por los octavos de final. El filtro es cada vez más exigente, los lugares que van quedando son para unos pocos.

Por distintos caminos, a esa instancia llegaron Uruguay y Colombia, un choque que tiene sus condimentos cuando se produce en el marco de la Conmebol y que ofrecerá hoy, a las 17, su segunda versión mundialista, tras el 2-1 charrúa en Chile 1962. El partido de hoy está precedido por dos grandes ausencias. Colombia ya demostró en la etapa clasificatoria su capacidad para cubrir al lesionado Falcao: con nueve goles es el segundo equipo entre los más efectivos, detrás de Holanda, con 10. No lo olvida al Tigre, delantero que antes de la lesión estaba entre los 10 mejores del planeta, pero el buen hacer de José Pekerman exprimió otras virtudes, con las de James Rodríguez, autor de tres tantos, en un equipo que repartió su eficacia entre seis futbolistas.

Uruguay todavía está conmovido por el cimbronazo con repercusiones internacionales que causó la dura suspensión a Luis Suárez, otro atacante de elite, máximo goleador histórico de la Celeste (41 conquistas), decisivo en el 2-1 a Inglaterra. Después de una clasificación ante Italia, en la que fue necesario un acto de amor propio al que tan es proclive, Uruguay llega herido. Pekerman no se confía: "Para nosotros será un examen exigente. Debemos mostrar nuestras ganas, ambición y valores. Uruguay nos saca ventaja en continuidad, su técnico armó un grupo muy sólido, nunca pierde su esencia y creen siempre en el triunfo".

Pekerman remarcó el poderío aéreo de Godín, por lo cual incluiría a Jackson Martínez para contrarrestarlo. Entre Forlán y Stuani está el reemplazante de Suárez.

Hoy los convoca el Maracaná. Colombia intentará por primera vez llegar a los cuartos de final en sus cinco participaciones mundialistas. Uruguay sólo ganó una vez en los 10 partidos que disputó en el Maracaná. Y sí, claro, fue en 1950, ni falta que hace recordarlo.