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Es una prueba piloto, por ahora. Se trata de darle al fútbol argentino un control mayor, dentro del descalabro general. El debut, en el Palacio, tuvo un indicio: un grupo de efectivos de Prefectura en una puerta y otro de Gendarmería en otra, con la imprescindible presencia de la Policía Federal, dispuestos a controlar con ciertas licencias. Primero, solo en los accesos de las populares. Y no todos fueron revisados: según una versión, la barrabrava pasó de largo. No hubo demasiada gente: será una incógnita el dispositivo cuando haya mares de hinchas por ingresar. Así debutó el sistema Tribuna Segura, una idea para que cualquier ciudadano que vaya a la cancha deba concurrir con su DNI. La idea es constatar con un teléfono 4G –en tiempo real– si el hincha tiene pedido de captura y derecho de admisión. La presentación fue en un deslucido 1-1 entre Huracán y Quilmes.
El sistema, monitoreado por agentes de fuerzas federales de seguridad, se instrumenta desde esta fecha. Los próximos tres encuentros que seguirán esta prueba serán Vélez-Rosario Central y Boca-Belgrano (mañana).
“Hasta ahora, los aparatos nos decían quién tenía derecho de admisión y ese derecho estaba en manos de los clubes que eran extorsionados por los barras. Ahora van a tener que venir al Ministerio de Seguridad porque así lo determinará el Estado argentino por conductas indebidas”, comentó, días atrás, Patricia Bullrich, la ministra de seguridad.
Los simpatizantes que concurrieron sin la identificación pudieron ingresar igual, ya que aún es un período de prueba, aunque debieron entregar su número de DNI para verificar sus datos.