Copa Sudamericana: San Lorenzo cambió el ejecutor de un penal en una situación insólita, y Malcom Braida marcó uno de los mejores goles del torneo

En la goleada por 4-1 sobre Estudiantes de Mérida en la última fecha de la etapa de grupos, San Lorenzo inició la remontada que le permitió clasificarse a los octavos de final de la Copa Sudamericana con la conversión de un penal en el descuento del primer tiempo, tras una situación inesperada.

Ya estaban en tiempo adicionado y el Ciclón caía por 1-0 ante los venezolanos, lo que lo dejaba marginado del torneo. Pero el árbitro boliviano Gery Vargas sancionó correctamente la falta de Devinson Martínez a Giay en el área de los visitantes y el equipo argentino comenzó a ilusionarse con cerrar la etapa inicial al menos con un empate. Federico Gattoni, el defensor de 24 años que jugó su último partido en el club del que surgió, porque el sábado viajará para unirse a Sevilla, de España, acomodó la pelota para patear, aunque no era el designado.

Al mismo tiempo, el entrenador Rubén Insua llamó al capitán Batalla y le indicó que el indicado para patear era Bareiro, por lo que instantes antes de que Vargas pitara, el arquero habló con Gattoni, lo convenció de que dejara en segundo plano su deseo personal de anotar, y se llevó de la zona al defensor.

Entonces sí, se hizo cargo del penal Adam Bareiro, como estaba previsto. De inmediato, el delantero tomó el lugar y su remate cruzado se convirtió en el 1-1. En el segundo tiempo, otro gol suyo dio vuelta el marcador.

Después llegaron los dos tantos que necesitaba marcar para establecer la diferencia de tres que el Ciclón estaba casi obligado a conseguir para desplazar a Palestino del segundo puesto de la zona, para lo cual necesitaba que los chilenos no sumaran puntos frente al puntero y clasificado Fortaleza, y avanzar en el torneo.

En un minuto, San Lorenzo anotó dos goles seguidos y el primero de ellos, el tercero del Ciclón, fue un golazo impresionante de Malcom Braida, que buscó el arco con un derechazo todavía lejos del área y sorprendió al arquero Beycker Velásquez. La pelota se elevó y luego bajó rápidamente cuando el portero descontaba que se iría por encima del travesaño y se relajó. Al darse vuelta, estaba adentro del arco.

Enseguida, Nahuel Barrios selló la goleada al marcar el 4-1, con tres tantos en menos de media hora, la misma cantidad que había anotado en las cinco primeras fechas del torneo.

El resumen de San Lorenzo - Estudiantes de Mérida

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