Edgardo Bauza, un "jugadorista" que espera reforzar a Rosario Central con el polémico Teo Gutiérrez

ROSARIO.– La llegada de Edgardo Bauza revitalizó los ánimos en Rosario Central. Su figura como jugador de la institución, y el excelente recorrido como entrenador por América Latina, hace ilusionar a sus hinchas. El Patón está en su casa y trabaja a destajo. En silencio, con declaraciones constructivas, lejos de las sorprendentes frases que dejó cuando se calzaba el buzo de entrenador de la selección de la Argentina, y con mucha pertenencia.

El rompecabezas que significa el armado de un plantel y el diseño del equipo va llegando al final, y en líneas generales se acerca a lo proyectado por Bauza. Busca un equipo sólido, firme en la defensa, y que deje atrás cierto aire de endeblez, una debilidad que mostró en el último campeonato. El buen funcionamiento del mediocampo es otro de sus objetivos. Quiere una fusión de marca, talento, y dinámica, que encuentra en los jugadores, todos de experiencia.

Los juveniles que tuvieron su momento de brillo durante la fallida experiencia de Leonardo Fernández, tales el caso de Maxi Lovera, Joel López Pissano, Andrés Lioi, Joaquín Pereyra o Luciano Recalde, no tienen, en principio, un lugar como titulares. "Lo primero que hay que hacer es ordenar al equipo, desde el orden puede seguir creciendo. Central tiene jugadores de jerarquía y por eso queremos ser más sólidos", aseguró Bauza.

La primera señal de Central se verá este jueves cuando se enfrente a Juventud Antoniana de Salta por la Copa Argentina, en Santa Fe. "Acá hemos armado un esquema que por las características de los jugadores se han acomodado muy bien. La idea es poner dos líneas de 4 pero que sean flexibles", contó en la última conferencia de prensa. La clave para ganar es, según el DT, "la intensidad".

Reforzó los puestos que quiso. Por eso tiene alternativas para probar. Josué Ayala, ex Boca y Temperley, llegó para pelear un puesto con Jeremías Ledesma. Donde metió mano es en la defensa: Paulo Ferrari, Fernando Tobio y Mauricio Martínez, habituales titulares en la temporada pasada dejaron el club, por lo tanto la renovación no se hizo esperar y Barbieri de Racing, Matías Caruzzo de San Lorenzo, un estandarte para Bauza, y Gonzalo Bettini de Banfield, son las apuestas de un bloque defensivo sólido y rápido.

El Patón te cambia la cabeza, te predispone. Estamos con muchas ganas, y aprendemos en cada entrenamiento

El mediocampo es algo que siempre obsesionó al Bauza entrenador. Allí trabajó mucho en la recuperación de Ortigoza, al que quiere adelantado en un triángulo junto a Gil, y a otro volante central de características defensivas. No pudo ser Claudio Yacob, tampoco Fabián Rinuado ni el colombiano Abel Aguilar. Si bien hay nombres en danza, ese lugar no está cubierto. Las bandas serán ocupadas por Pachi Carrizo y Washington Camacho, que busca retomar el nivel y terminar de convencer al entrenador. Allí empieza a cerrarse el primer objetivo del Patón.

El ataque tendrá, si todo se resuelve positivamente en estas horas, un nombre propio de trayectoria y jerarquía: Teófilo Gutiérrez, en lo que será su segundo paso por la institución. La primera fue apenas discreta y envuelta en conflictos, habituales en Teo, principalmente con Marco Ruben. Esta vez no será posible la convivencia porque el ex delantero de Central y River seguirá su carrera en Brasil. Fernando Zampedri tendrá que esperar su lugar en el banco si el entrenador decide jugar con 4 o 5 volantes.

Claro está que la impronta futbolística que tendrá este Central no pasa solo por modificaciones tácticas o estrategias, una marca registrada en la extensa y muy buena carrera del entrenador. También pasa por el conocimiento. Bauza es un "jugadorista", y sabe de qué manera llegarle a sus dirigidos. Pachi Carrizo lo confirma: "El Patón te cambia la cabeza, te predispone. Estamos con muchas ganas, y aprendemos en cada entrenamiento. El hecho de sostener un equipo en toda la pretemporada te da confianza", aseguró ante la prensa.

Así se construye el Central de Edgardo Bauza, un líder que sigue soñando en darle lo mejor al equipo que amó desde que era un chico.