¿Habrá fútbol el fin de semana? Hay fuertes señales de que la pelota seguirá parada
Las posiciones se radicalizan y la posibilidad de que el campeonato no se reinicie es cada vez más fuerte
La posibilidad de que el fútbol argentino siga paralizado este fin de semana es cada vez más real tras un miércoles que fue de la esperanza al pesimismo.
A última hora, y cuando todos estaban con la lengua afuera por el trajín del día (uno más), los responsables de la AFA intentaron una solución forzada: convencer al gremio de que volviera al trabajo. No hubo caso. Sergio Marchi, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, escuchó que mañana, viernes, le declararán la conciliación obligatoria. Se cruzó de brazos: no la acatará. Y puede hacerlo porque los clubes les deben cerca de $500 millones a los futbolistas. Los cinco dirigentes que estaban con él (Pablo Toviggino, Daniel Angelici, Claudio Tapia, Carlos Montaña y Nicolás Russo) retrucaron: “Si no empezamos ahora, no empezamos más”. El conflicto ya estaba radicalizado.
“No hay chance alguna de que arranque el fútbol”, remarcó Marchi en la puerta del sindicato e insistió en que para que el fútbol regrese el 10 de marzo deben ponerse a trabajar en conjunto con los directivos. Ya era noche cerrada en Buenos Aires y desde el gremio advertían que la plata no estaba y que “seguía todo igual”. Marchi había escuchado cómo los dirigentes lo tildaban de “caprichoso” por su postura irreductible. “Si la plata viene mañana y es la misma que habrá la semana próxima, ¿por qué en lugar de parar no nos ponemos a trabajar en cómo solucionamos esto?”, le sugirieron los directivos. “No hay tiempo”, respondió Marchi, una y otra vez. El regreso del fútbol estaba cada vez más lejos.
Agremiados contó con una mano del azar para mantener su postura. Los $ 350 millones de la rescisión del Fútbol Para Todos jamás se acreditaron en la cuenta de la AFA. Por más que esos $350 millones (a los que se sumarán entre 30 y 40 millones más del sponsor del torneo, Axion Energy) no alcanzarían para poner a todos los futbolistas al día, la AFA creía que el número serviría para que Marchi entrara en razones y levantara el paro de actividades previsto para el fin de semana.
A las 13 todavía no había noticias del pago. Ni a las 14. Tampoco a las 15. “No girarán hoy la plata”, contó uno de los integrantes del comité de regularización que gobierna la AFA. En la Casa Rosada confirmaron el dato: la Decisión Administrativa que libraba el pago no se había publicado en el Boletín Oficial y, por lo tanto, el pago no se había efectivizado. “El pago está listo desde hace 48 horas. Fueron a recabar las firmas en AFA y faltaban algunas. El trámite se cumplimentará y mañana (por el viernes) se acreditará el dinero”, adelantaron funcionarios oficiales.
Según pudo reconstruir LA NACION, el pedido de una medida cautelar que hizo la legisladora Graciela Ocaña para trabar el pago de la rescisión del FPT influyó en el impago de los $350 millones. Nadie quería estampar su firma a una rescisión que podía llegar a estar embargada. Con el correr de las horas, las comunicaciones del juzgado tranquilizaron a todos. La jueza federal María Servini, que recibió el escrito de Ocaña, pidió informes a la Secretaría General de la Presidencia, área de la que dependía el Fútbol Para Todos. “La jueza no irá en contra del pago”, fue la frase que emanó de los pasillos judiciales. Con esa certeza, todo quedó para hoy. El pago y el posterior levantamiento del paro de futbolistas.
“Hay un espacio reservado para mañana (por el viernes) en el Ministerio de Trabajo. Es la última posibilidad de que haya fútbol”, confirmó una fuente de la AFA que apostaba por el pronto regreso de la actividad. La decisión se postergó hasta último momento, porque Marchi no quería, por nada del mundo, que el fútbol volviera hasta que todos los jugadores, del primero al último de la pirámide, estuvieran al día. El quinteto de directivos que se entrevistó con Marchi cerca de la sede de Agremiados jugó la carta de la conciliación obligatoria, que el secretario general adelantó que no respetará. Los dirigentes amagaron con un lock-out patronal para el 10 de marzo. Es decir, decidir ellos no jugar. Mientras todo esto pasaba, en algún lugar de Córdoba, Belgrano decidía mandar a a la utilería a Buenos Aires. Su partido con San Lorenzo estaba programado para el viernes en el Nuevo Gasómetro. El plantel tenía previsto viajar el viernes a la mañana. En este contexto, lo más probable es que se queden en casa. La pelota sigue parada.
ac/sf
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